La crisis del sector de la construcción fue el primer síntoma del actual declive económico y su impulso será el punto de partida para la recuperación, según la Asociación de Promotores Inmobiliarios, Aproim. Su presidente, Javier Garrido Valenzuela, se reunió ayer con el concejal delegado de Ordenación do Territorio, César Mosquera, para hablar de los problemas que afectan al sector y las vías para rescatarlo. La principal demanda de los promotores es la agilización del nuevo Plan Xeral de Ordenación Municipal, PXOM, para recuperar el ritmo de la construcción de forma segura. "Sería la mejor ayuda contra la crisis", afirmó el portavoz de los promotores de la provincia, al término del encuentro con Mosquera.

Los promotores requieren suelo calificado de forma fiable, explicó Garrido Valenzuela, para retomar el ritmo del mercado. Y para hacerlo, más allá de los problemas de financiación, los profesionales de la promoción necesitan "tener la seguridad jurídica de que se pueda construir".

Por eso ayer su principal portavoz en la provincia solicitó al concejal responsable del área mayor celeridad en la aprobación del planeamiento municipal. De este plan depende, en gran parte, los planes de endeudamiento de las empresas "y la salida a la situación", apuntó Garrido.

Lamentó, por otra parte, que de los 315 ayuntamientos gallegos sólo 25 hayan adaptado su plan general a la nueva Ley del Suelo de Galicia.

Los directivos de Aproim no fueron invitados a una reunión celebrada en la tarde de ayer, en la que el alcalde Lores y la portavoz socialista Teresa Casal explicaron a los interlocutores sociales su plan inversor contra la crisis, si bien por la mañana expusieron su punto de vista al edil delegado de Infraestructuras.

En cuanto a la inversión en obra pública para hacer frente a la crisis, Garrido Valenzuela considera que el nicho de mercado de vivienda de protección oficial es "interesante a corto plazo" para muchas empresas, si bien "desde luego no será la solución". El presidente de Aproim critica el mensaje de que los pisos protegidos que impulsa la consellería serán para el 85% de los gallegos. "Decir eso es mentirnos", declaró.