Los vecinos de O Burgo y Lérez afectados por los planes de desarrollo residencial protegido diseñados por Vivenda mantienen su rechazo absoluto a este proyecto. Pretenden que los grupos políticos municipales sigan sus pasos y trasladen esa negativa a la Xunta en un pleno extraordinario. Esgrimen que con su puesta en marcha se destruiría "la cultura urbanística y forma de vida de la zona" y creen que "dividiría la ciudad en ricos y pobres".

Éstas fueron sólo algunas de las explicaciones que apuntaron en sus encuentros de ayer con representantes del PSOE y el PP locales, tras haberse entrevistado recientemente con dirigentes de la consellería de Vivenda, en manos de la nacionalista Teresa Táboas. Tanto a socialistas y populares les hicieron llegar sus quejas, exigiendo que "tanto el Ayuntamiento como la Diputación rechacen el plan sectorial para Carballedo, Pasarón 1 y Pasarón 2 mediante una moción aprobada por todos los grupos políticos".

Desde esta agrupación creen, "de acuerdo con la ley, que este tipo de vivienda tiene que estar incluida en los planes urbanísticos municipales, evitando la concentración excesiva para favorecer la cohesión social y evitar la segregación territorial de los ciudadanos en razón a su renta". Aseguran "querer que se construyan viviendas públicas", aunque agregan: "En este momento el plan sectorial no está recogido en ningún plan urbanístico y lo lógico y lo legal sería que el Ayuntamiento de Pontevedra, que está en proceso de elaboración es un planeamiento de ordenación, lo contemple".

La plataforma contesta a cada una de los beneficios que desde Vivenda anunciaron con la presentación de este complejo residencial. "Diseña únicamente parte de la ciudad y la divide en ricos y pobres y no permite que los representantes municipales decidan cómo quiere que sea su ciudad. Esto crea un gueto para la rentar más bajas y el Ayuntamiento tendrá que tragar", sostienen.

Por otra parte, el colectivo se refiere a que apoya "políticas activas para atajar la sangría del paro como consecuencia de la crisis, pero el plan empezará a ser efectivo cuando menos dentro de cinco años y para entonces la crisis ya estará superada". También completan diciendo: "No creemos que la Consellería de Vivenda sea tan torpe que espera que el modelo basado en el ladrillo se imponga nuevamente, este modelo ya no servirá". Para concluir con sus principales críticas a este proyecto, denuncian que "con esta operación se destruye la forma de vida y la cultura urbanística de la zona, porque se tiran muchas casas y se termina con las señas de identidad de parte de la ciudad, todo por un proceso inmobiliario de mayor calado".

Dos mil hogares

El plan sectorial diseñado para Pontevedra forma parte de un programa que pretende llevarse a cabo en las principales áreas urbanas de la comunidad. En lo que respecta al municipio capitalino los datos iniciales del proyecto suponen la construcción de dos millares de pisos en los tres ámbitos de esta zona de la ciudad.