"De perdidos al río". Fue una de las expresiones que utilizó Maximino Couto Durán ante el juez al confesar sus intenciones homicidas una vez que dio muerte a su pareja sentimental en el domicilio de ambos en Tourón, Ponte Caldelas. En la declaración que realizó el presunto homicida ante el instructor del caso, y a la que ha tenido acceso FARO DE VIGO, Couto explica claramente que pretendía protagonizar un auténtico baño de sangre y que, si pudiera, acabaría con la vida de tres personas y por este orden: el doctor Echeverri, vecino suyo y médico del CHOP, el letrado de su ex mujer y ella misma.

Su declaración está plagada de amenazas, como que "marcharía feliz a la cárcel después de cepillarme al abogado, al médico Echeverri y a mi ex mujer".

Couto Durán reconoce durante el interrogatorio que su actual novia, la fallecida Rosario Peso André, se encontraba enfadada con él la semana que duró su permiso, hasta el punto de que dormía en el sofá cuando él se iba para la cama. Al parecer, según dijo, cuestiones de dinero y celos por unas cartas que había recibido en prisión fueron la causa del enfado. Sin embargo, insiste en que "no la quería matar". La discusión, como ya había trascendido, se inició cuando Maximimo le pidió las llaves del cuarto en el que él guardaba las herramientas. Pretendía coger un taladro para que otra persona instalase "una cancilla" en la casa de su ex mujer, en Mourente. La víctima mortal se negó, ya que, según el relato del presunto homicida, temía que si accedía, Maximino fuese al domicilio de Pontevedra al que tenía prohibido acercarse.

Relata entonces que la víctima cogió un palo para evitar que él accediese a la herramienta, que él lo agarró y tiró con tanta fuerza que Rosario "fue detrás" y se golpeó la cabeza en el coto y en un pico, falleciendo. Una versión que no casaría con la hipótesis que maneja la Guardia Civil y con la autopsia que habla de varios golpes en la cabeza de la víctima.

"Vida arruinada"

El presunto homicida afirmó ante el juez que en ese momento se dio cuenta de que "tenía la vida arruinada" y que allí mismo cogió el cuchillo, se subió al coche de Rosario y se fue "embalado" directamente a la casa de Echeverri, al lado de la de su ex mujer. De hecho, relató cuales eran sus intenciones a la hora de coger el cuchillo: dijo que su "idea era matar al doctor Echéverri, ese era el primero, luego a su ex, pero si estuviera el abogado de mi mujer antes, lo mataría". Al doctor no lo encontró en casa, por lo tanto se dirigió hacia el domicilio de Concepción C.A., la vecina que acuchilló. La causa de esta agresión es unas declaraciones a la televisión cuando fue el juicio por malos tratos a su ex mujer. Añadió una amenaza: "Alguno irá detrás de mí cuando salga de la cárcel". Asegura entonces el presunto homicida que el marido de esta mujer se abalanzó sobre él para defenderla no sabe si también lo acuchilló, pero que no era su intención ya que "no iba a por él".

Couto estaba convencido de que tanto el abogado de su ex mujer como el doctor, para quien trabajó su ex esposa, le habían hundido la vida, hasta el punto de decir "que todos los días me viene la cara del abogado de su mujer" y que hasta sabe "a dónde lleva los niños al colegio".