Herminia Buceta Luna, la ex mujer de Maximino Couto, atendía ayer a los medios de comunicación con una paciencia elogiable teniendo en cuenta la terrible pesadilla que le tocó revivir el pasado sábado. Sabe que está viva porque su ex esposo no la encontró en su vivienda de Mourente ya que estaba en Portas, en la matanza del cerdo. Ayer, Maximino Couto no tenía reparos en reconocer ante la juez que se dirigió al domicilio familiar de Mourente para matarla, por lo que Herminia es consciente, como repetía insistentemente ante los micrófonos, que tanto ella como sus hijos están "vivos de milagro, hemos nacido de nuevo".

Una hija de Herminia que prefiere esconderse de las cámaras explica, sin embargo, que su madre se calla muchos de los dolorosos episodios que tuvo que pasar al lado de su padre. "No sabéis las palizas que llevó mi madre", dice a la prensa, mientras habla de que incluso tuvo que sufrir "violaciones" por parte del que era su marido. Dice que las agresiones se repetían a menudo, también a los hijos. "Yo tengo 28 años y fue así toda la vida" dice en referencia a los malos tratos de su padre, "incluso nos ha echado de casa y tuvimos que dormir en la calle, sin que viniera ningún policía", relata.

Serán acusación

Su hija acudía al domicilio de Mourente para recoger a su madre y llevarla al juzgado, en donde la habían citado para declarar._Finalmente, esta comparecencia se aplazó y no fue necesario que se personase ante el juez. Pese a que Maximino no llegó a agredir de nuevo a Herminia, -únicamente porque la fortuna quiso que no la encontrase en su casa- piensan personarse en la causa como acusación particular, según confirmó ayer su abogado.

Esta madre de cuatro hijos expresaba un deseo a las puertas de los juzgados de A Parda: "espero que se faga xustiza" y pide medidas para evitar nuevas víctimas de violencia de género. "Pídolle por favor aos señores políticos que fagan algo, que isto xa non ten explicación, ¿canta xente ten que morrer?". Para ella, la erradicación de la violencia de género es una cuestión mucho más importante que "as carreteras ou os hospitales" y debe ser una prioridad para ellos: "Hai que resolver moitas cousas, pero e que estamos falando de mortes e da vida dunha persoa".

Herminia Buceta añadía que, después de este episodio, "ninguén nos quitará o medo nin a min nin aos meus fillos". "Teño esperanzas de que o metan no cárcere durante moito tempo, porque se despois do que fixo o deixan libre, entonces é mellos pegarse un tiro" y añadió que "se o deixan libre non hay xustiza neste país".

Lamentó lo que les ocurrió a dos de sus vecinos a quien su ex marido centró en el blanco de sus iras por la buena relación que mantenían con ella y negó que hubieran declarado contra él en el juicio en el que resultó condenado por maltrato.

"Pensé que podía estar tranquila con la pulsera, pero no era así"

Herminia Buceta pensó que la pulsera GPS que llevaba su ex esposo la protegería en el caso de que pudiera intentar agredirla de nuevo. "Confiaba na pulseira, pero non o 100%" dice. Por el momento, no le informaron de las razones por las que no saltó la alarma el sábado cuando Maximino Couto se acercó a su domicilio de Mourente. Dice que en un principio "pensei que podería estar tranquila, pero !qué tranquilidad¡, esto é unha chapuza, as pulseiras non sirven de nada si é que puido manipulala".

Protección policial

De quien no se olvida Herminia es de los que fueron sus protectores durante estos últimos años. "A Policía sí que me arropou moito, portáronse moi ben".

Herminia Buceta tampoco puede entender la razón por la que su ex esposo pudo quitarle la vida a su actual pareja sentimental: "o que sei eu e que el se levaba moi ben con ela, e que lle suplicou o director da prisión de que o deixara sair do cárcere".

Las amenazas llegan hasta a su propio abogado

La supuesta inquina de Maximino Couto por su ex esposa se extiende hasta al propio abogado de la mujer, a quien el presunto homicida de Ponte Caldelas amenazó en reiteradas ocasiones.

De hecho, fuentes del Ministerio Fiscal indicaron ayer que las amenazas incluso se repitieron durante la declaración que efectuó ayer ante la juez de forma "indirecta" y que quedaron reflejadas en el acta.