Una protesta vecinal en plena calle a primera hora de la mañana y una reunión posterior en el Concello con el edil responsable de las obras urbanas, llevo a éste a trasladarse hasta la calle Rosalía de Castro, para comprobar in situ las molestias que los trabajos de reforma urbana causan en el vecindario. Los residentes se encontraron en la noche del pasado viernes un letrero en sus portales, en el que se anunciaba que la calle permanecería cortada durante los próximos diez días. El cierre implicaba la imposibilidad de acceder a garajes y comercios con vehículos. La medida afecta a un total de 221 plazas de aparcamiento entre todas las comunidades de vecinos del tramo de calle afectado, además de numerosos establecimientos comerciales.

El anuncio causó indignación entre los residentes, que entienden que haciendo las obras por partes se evitarían tantas molestias. Por eso acudieron a primera hora de ayer a las oficinas de la empresa que ejecuta los trabajos, Sercoysa, cuyos portavoces les explicaron que la firma debe cumplir el plan de obra contratado con el Concello.

Un grupo de representantes se trasladó posteriormente al ayuntamiento, donde primero presentaron por registro un escrito de protesta y a continuación solicitaron ser recibidos por el concejal de responsable de las obras. El nacionalista Guillerme Vázquez accedió a reunirse con los vecinos, a quienes explicó que "no existe ningún ánimo de perjudicar a nadie", al margen de las inevitables molestias que toda obra conlleva.

En disposición de encontrar una solución al conflicto, el concejal se trasladó posteriormente a la misma calle, para conocer sobre el terreno las quejas y las propuestas de los residentes. Éstos plantearon como solución que la obra se ejecute en varios tramos, de forma que no quede toda la calle inaccesible a un mismo tiempo.

Vázquez explicó que el tipo de pavimento que se está aplicando en la reforma urbana (hormigón negro), obliga al cierre de la superficie afectada durante varios días, tanto para extenderlo correctamente como para que fragüe, por lo que no se puede circular sobre él. Aclarado este punto, el concejal se comprometió con los vecinos a que las obras se realizarán en dos partes, algo que según explicaron los técnicos de la empresa a los vecinos "complica bastante" el plan de obra.

La empresa constructora tratará ahora de buscar un estacionamiento alternativo para los residentes, ya sea en unos solares próximos, de titularidad privada, con cuyos propietarios se tratará de llegar a un acuerdo, ya sea mediante las plazas disponibles en los estacionamientos públicos cercanos.

Si se consiguen estas plazas temporales de aparcamiento, la obra se podría ejecutar de forma intensiva. De no lograr los estacionamientos, los trabajos se tendrían que realizar en dos tramos, lo que retrasaría considerablemente el calendario de obra.

Esta es, al menos, la explicación que los técnicos de la empresa han dado a los vecinos, que se volverán a reunir hoy para conocer la decisión final.