El uso del móvil al volante sigue siendo la asignatura pendiente de los conductores pontevedreses. De hecho, según explicaban ayer desde la Jefatura Provincial de Tráfico de Pontevedra, el uso del teléfono portátil ocupa el tercer lugar en la lista de causas por las que se retiran puntos en Pontevedra, tan sólo superada por el exceso de velocidad y la conducción alcohólica.

Pero este no es el único dato preocupante, ya que esta es la única infracción al volante tendente al alza._Así, mientras que en los últimos datos de los que dispone Tráfico baja el número de multas por velocidad y alcohol, las infracciones por el uso del móvil continúan creciendo.

De ahí que la campaña iniciada por la Dirección_General de Tráfico de vigilancia sobre el uso del teléfono al volante tenga un mayor valor, si cabe, en esta provincia. Desde el pasado día 12 y hasta el próximo 25 de noviembre, los agentes de la Guardia Civil intensificarán su presencia en los viales pontevedreses y tienen previsto controlar la utilización de este tipo de dispositivos en alrededor de unos 35.000 vehículos.

Aunque la infracción más repetida es el uso del teléfono, la iniciativa que pone en marcha la DGT_tiene como objetivo concienciar a los conductores acerca de la peligrosidad de otros hábitos que provocan distracciones al volante aunque no sean motivo de multa._Además del móvil, desde la Jefatura Provincial destacan que fumar, manipular en marcha aparatos como los GPS o cambiar el CD de música provocan distracción que son el factor determinante en un 38% de los accidentes de tráfico que se producen. La mayoría de ellos, un 48%, se produjeron en carretera -en donde la velocidad es mayor- y un 29% en zona urbana.

No vemos las señales

La DGT echa mano de las matemáticas para explicar la peligrosidad de este tipo de distracciones. Explican que, si un vehículo circula a 120 kilómetros por hora, recorre en tres segundos la distancia equivalente a un campo de fútbol. Ese corto espacio de tiempo sin la vista puesta en la carretera significa que el coche circuló sin control todo el largo de Pasarón, sin estar pendiente de las diversas circunstancias que puedan surgir y provocar un accidente. Asimismo, desde Tráfico explican que después de minuto y medio hablando por el móvil -incluso con el manos libres__- el conductor deja de percibir el 40% de las señales, su velocidad media baja un 12%, el ritmo cardíaco se acelera bruscamente durante la llamada y el tiempo de reacción aumenta entre medio y dos segundos, dependiendo del conductor. De hecho, en algunos casos, aseguran que la utilización del móvil al volante puede ser tan peligroso como la conducción alcohólica.

Tabaco y navegadores

En este sentido, aunque no conllevan multa, desde la Jefatura Provincial llaman la atención sobre conductas como encender y apagar un cigarillo al volante o el creciente uso de los navegadores GPS. En cuanto al primero, la DGT hecha mano de un estudio de las aseguradoras inglesas en el que se refleja que un 5% de los accidentes está relacionado con el consumo de tabaco mientras se conduce. En cuanto al segundo, se aconseja su programación siempre antes de comenzar a circular y nunca cuando ya se está en marcha.

Hay otras muchas conductas peligrosas al volante. Comer al volante, buscar algo en la guantera, maquillarse, observar otros accidentes. Son hábitos que pueden terminar en un accidente mortal. Por ejemplo, el pasado año una mujer falleció en las carreteras de Pontevedra al estrellar su coche por cambiar un cd de música. Un simple gesto puede salvar una vida y evitar una tragedia en una familia.