La intervención de la Policía Nacional permitió hoy a funcionarios judiciales ejecutar a la fuerza una orden de desahucio contra la pontevedresa María Isabel Crespo Meis, que tuvo que ser desahuciada por la fuerza tras encadenarse al balcón, y su hija de trece años.

La menor abandonó por su propio pie la vivienda, situada en el número 98 de la calle Rosalía de Castro de Pontevedra, mientras que su madre fue sacada "en volandas" por los agentes.

Los policías tuvieron que cortar los grilletes con los que la mujer se había encadenado al balcón de la casa y, posteriormente, la introdujeron en una ambulancia para ser tratada en un centro sanitario de una crisis de ansiedad.

El desahucio se produjo entre lloros de vecinos y familiares que han denunciado la situación de desprotección en la que se quedan María Isabel Crespo y su hija.

Aparentemente la mujer siguió pagando la hipoteca de la casa, desconociendo que su ex conyuge había puesto el inmueble como fianza para una deuda. La inmobiliaria que posee ahora la vivienda, la compró en una subasta, es la que ha solicitado la ejecución del embargo.