El embalse del Pontillón de Castro, que se utiliza como reserva de agua para el abastecimiento de la ría, se encuentra en el nivel más bajo de todo el año, apenas al 50% de su capacidad total, que llega a 1,54 hectómetros cúbicos. La causa de esta situación se encuentra en el vaciado parcial que se efectúa desde hace días en este embalse para permitir nuevas obras de mejora y ampliación de la pista de piragüismo existente en el complejo. Los trabajos, que ejecuta la Consellería de Cultura e Deportes, cuentan con el visto bueno de Augas de Galicia y del concello. La Concejalía de Medio Ambiente Natural y Aguas, que dirige la socialista Celia Alonso, autorizó en su día este vaciado parcial, alegando que "se trata de la mejor época del año" para efectuar maniobras de este tipo, puesto que no hay riesgo de sequía y el río Lérez, principal fuente de abastecimiento de la ciudad, se encuentra en condiciones óptimas.

Con el fin de aprovechar esta "obligación" de vaciar el embalse de Verducido, desde hace días el aguas que se suministra a Pontevedra y al resto de concellos que lo requieran procede casi en exclusiva del Pontillón, ya que resulta más barata que la que se bombea desde el río. En el primer caso, el agua se envía a la planta potabilizadora de Lérez por gravedad, sin necesidad del bombeo eléctrico de la estación de Monte Porreiro.

La evolución a la baja del nivel del Pontillón en el último mes ha sido espectacular, al perder 0,52 hectómetros cúbicos en apenas treinta días. El 20 de octubre pasado, Augas de Galicia registraba un volumen embalsado de 1,30 hectómetros, lo que supone el 84,4% de la capacidad total. Una semana después, el 27 de octubre, ese nivel ya había bajado a 0,96 hectómetros, es decir, el 62%, pero el mes de noviembre ya comenzó con el nivel más bajo del año, con apenas 0,78 hectómetros, el 50,6% del total.

Las previsiones municipales apuntan a que ya no será necesario realizar más vaciados y las obras de Deportes podrían concluir en pocas semanas, con lo que a finales de año, y si las condiciones meteorológicas son favorables al respecto, el embalse de Verducido ya habría recuperado su almacenamiento habitual.

Mientras la Concejalía de Aguas autorizaba este vaciado y las obras de la pista de piragüismo, mostraba su más absoluto rechazo a la posibilidad de que el Pontillón albergara la playa fluvial que promueve el sector nacionalista del gobierno local. El PSOE esgrimió, para rechazar la playa, que una zona de baño es incompatible con el uso del embalse como almacén de agua para uso humano, un argumento que se contradice que las playas fluviales que jalonan el Lérez.