Las modificaciones de tráfico programadas por el concello en el centro urbano para tratar de paliar los atascos, y que, entre otras medidas, incluyen el cambio de sentido a un tramo de Loureiro Crespo, serán de mayor calado del previsto. Así, las calles Fernando Olmedo y Padre Gaite, que originalmente conservaban la doble dirección del tráfico, pasarán a tener, desde diciembre, un único carril de circulación. De este modo, en Fernando Olmedo sólo se podrá transitar desde el Estadio da Xuventude hacia la rúa da Seca. Así lo anunció ayer el concejal de Seguridad Ciudadana, Guillerme Vázquez, quien justificó estas nuevas medidas en las peticiones de los sectores consultados en su día para aplicar los cambios, es decir, las empresas de autobuses, el colectivo de taxistas, Aempe y un grupo de vecinos, especialmente de la zona.

Al margen de estas modificaciones sobre el plan original, Vázquez explicó que las obras de remodelación de diversos cruces para permitir estas variaciones circulatorias están ya muy avanzadas y se confía en poder establecer los nuevos itinerarios en la primera semana de diciembre (es decir, en apenas 25 días) para que el sistema ya está "rodado" durante las fiestas navideñas, una época de intenso tráfico en la ciudad.

Con la dirección única en Fernando Olmedo y Padre Gaite (donde sólo se podrá circular desde la rotonda del puente de los tirantes hacia el estadio), un pequeño tramo de la rúa da Seca también pasará a tener esa configuración, desde el cruce con Casimiro Gómez hasta los semáforos de José Malvar. De este modo, se modifican parcialmente los recorridos desde el antiguo cuartel de la Guardia Civil. Así, antes era posible bajar por Casimiro Gómez para acceder a Fernando Olmedo y de ahí a la plaza de Barcelos, pero ahora habrá que utilizar José Malvar, hasta la rotonda del puente de los tirantes para enfilar Padre Gaite y dirigirse en coche al centro.

En el cruce de A_Seca con José Malvar, regulado con semáforos, se variará ligeramente el sistema, ya que se permitirá a los vehículos dirigirse en cualquier dirección, tanto a la derecha como a la izquierda (que hasta ahora no se permite) y, por supuesto, de frente.

El objetivo final es que todo el entramado de calles alrededor de San Antoniño quede limitado al tráfico interior y de servicios y los coches "de paso" hacia otros puntos de la ciudad utilicen viales más periféricos.