PONTEVEDRA 3 - 1 BILBAO ATHELTIC

PONTEVEDRA

Saizar, Ormazábal, Bermudo, Vázquez, Pelegrina, Jorge Rodríguez, Danilson, Charles (Dul, minuto 73), Xavi Moré, Yuri (Capelo, minuto 82), Gato (Jonay, minuto 87).

BILBAO ATHELTIC

Mandaluniz, Ander Larrea, Íñigo Pérez, Aritz Borda, Xabi Etxeita, Oinatz, Soberon (Enziondo, minuto 70), Adrien Goñi (Iago Herrerín, minuto 35), Líbano (Aimar Cid, minuto 54), Iturraspe, Arroyo.

Goles: 0-1, Minuto 15: Arroyo, de cabeza. 1-1, Minuto 50: Yuri. 2-1, Minuto 65: Gato, de penalti. 3-1, Minuto 89: Jonay.

víctor méndez  Pontevedra

Este Pontevedra va en serio. Los granates demostraron en la tarde de ayer que ya son un bloque homogéneo y compensado, preparado para luchar por el máximo objetivo en lo que resta de temporada. El trabajo de Rafa Sáez está empezando a dar sus frutos, y Pasarón disfruta de un equipo que se está acostumbrando a ganar y que lo hace casi por inercia. El partido ante el Bilbao Athletic fue un monólogo pontevedrés. Cierto es que la expulsión del portero visitante Mandaluniz facilitó el trabajo a los locales, pero la sensación que se percibió en Pasarón fue la de un equipo que se llevó los puntos al ralentí, sin necesidad de forzar la máquina al máximo.

El Pontevedra se impuso por un claro 3 a 1, un resultado corto a tenor de lo visto sobre el césped. Los de la ciudad del Lérez logran tres nuevos puntos en casa (y ya son muchos) que les sirven para escalar un puesto en la clasificación y situarse por primera vez en la zona de promoción, a un sólo punto del líder, la Cultural.

Las ausencias de dos hombres clave como Tigrao y Turiel, fijos en el once en las últimas jornadas, generaban ciertas dudas durante la semana. Para atajarlas, el técnico pontevedrés apostó decididamente por el fútbol de ataque desde el inicio. Charles, Yuri, Gato y Moré formaron una vanguardia inédita que se asoció bien y creó peligro, pese a que los dos brasileños todavía están lejos de su mejor nivel físico.

El partido comenzó con dos tímidos acercamientos de los visitantes, con el extremo Urko como principal estilete. Los locales respondieron inmediatamente con una gran internada de Bermudo, uno de los destacados, que sacó un gran centro desde la izquierda que ni Yuri ni Moré acertaron a enviar a la red.

Acto seguido llegaría la primera ocasión clara, con un lanzamiento de falta de Jorge Rodríguez que salió rozando la escuadra izquierda de Mandaluniz.

En el minuto quince llegaría la jugada del tanto visitante. Una falta lateral sin aparente peligro se cuela entre los centrales y su prolongación hacia el segundo palo fue aprovechada por un hábil Urko, que batió a Saizar de cabeza. Este fue el único error grave del Pontevedra en todo el partido y la única ocasión de peligro que lograron generar los de Kike Liñero.

A partir de este momento los granates se lanzaron al ataque comandados por un infalible Jorge Rodríguez y un Gato muy incisivo. En el minuto 30 llegaría la jugada polémica del partido, con la agresión del portero Mandaluniz a Charles después de un balón aéreo. El árbitro envió al joven meta a los vestuarios a instancias de su asistente y señaló el correspondiente penalti.

Yuri, que regresaba después de varias jornadas inactivo, no supo engañar a Herrerín y falló en la suerte de los once metros. Pese a ello, el graderío no se impacientaba ante los buenos síntomas que mostraba el equipo, con un fútbol combinativo y continuas internadas por las bandas. Así se llegó al descanso.

La segunda parte comenzó con la misma tónica, y a los cinco minutos una gran acción personal de Xavi Moré concluyó con un centro al segundo palo que aprovechó Yuri, oportunista, para rematar a las mallas. Ambos jugadores estuvieron a un buen nivel en la reanudación.

Los de Sáez mantenían la calma y el equilibrio en sus líneas y así llegaría la acción del dos a uno. La enésima incursión de un brillante Gato culminó con penalti, que el propio alicantino se encargaría de transformar.

A partir de ahí los "cachorros" mostraron cierto orgullo y buscaron acercarse a las inmediaciones de Saizar, aunque sin excesivo peligro. Los contraataques granates se sucedían, y tras varias oportunidades llegó el tanto de Jonay, que en su primer contacto con el esférico controló en el área y lo cruzó lejos del alcance de Herrerín, que fue de lo mejor de su equipo.