La apertura de la autovía de O Salnés, que como tal se produjo a última hora de la tarde de ayer, permitirá ahorrar bastante tiempo en el viaje entre Curro y Sanxenxo. Y eso a pesar de que el límite de velocidad de la nueva carretera se ha establecido en 100 kilómetros por hora para los turismos; se trata de la misma velocidad a la que se podía circular como máximo cuando era una vía rápida.

De todos modos, se estima que los conductores que hagan el viaje entre Curro y Sanxenxo (17 kilómetros) se ahorrarán a partir de ahora más de quince minutos de viaje, puesto que la autovía tendrá una mayor capacidad que la vía rápida -con lo que no serán tan frecuentes las colas de vehículos a velocidad lenta-, y además se podrá adelantar prácticamente en cualquier punto, cuando hasta ahora había muchos tramos con línea continua.

En un turismo, y a una velocidad sostenida de 100 kilómetros por hora en los 17 kilómetros de autovía -aunque hay tramos en los que la recomendada es de 80- el viaje entre Curro y Sanxenxo se podrá hacer en 10 minutos y 20 segundos. De todos modos, esta Autovía Galega 41 (AG-41), tendrá un límite de velocidad inferior al habitual en estas vías, que es de 120 kilómetros la hora.

La autovía de O Salnés fue oficialmente inaugurada ayer por el presidente de la Xunta de Galicia, Emilio Pérez Touriño, y por la conselleira de Política Territorial, María José Caride. Tras una visita en microbús por toda la carretera, la comitiva llevó a cabo el acto inaugural en el Centro de Control de la Autovía, situado en Mosteiro (Meis) y la placa oficial se descubrió a las 12,17 minutos.

De todos modos, los conductores aún tuvieron que esperar hasta bien entrada la tarde para poder utilizar la autovía como tal, pues por la mañana aún había conos en medio de la carretera, señales provisionales de obra y cartelones tapados. La Xunta de Galicia acometió esta obra durante los dos últimos años, a través de una unión de empresas formada por Caixanova, el Grupo Puentes y Copasa. La autovía ha costado unos 60 millones de euros -la cantidad exacta aún no se puede determinar, pues permanecen abiertos varios expedientes de expropiación, al no aceptar los precios los titulares de algunas fincas- y las empresas constructoras cobrarán ahora a la Xunta de Galicia mediante el sistema de "peaje a la sombra".

En su intervención, Pérez Touriño apuntó que esta infraestructura es fundamental "porque O Salnés es una de las comarcas con mayor potencial de Galicia". Además, el presidente de la Xunta enmarcó esta obra en el Plan de Infraestructuras que su gobierno pretende poner en marcha de aquí a 2012 y que supondría interconectar todas las ciudades gallegas por autovías libres de peaje o autopistas y crear dos grandes columnas vertebrales viarias, una atlántica y la otra entre Lugo, Ourense, Verín y Portugal. "Este país avanza y progresa y tiene confianza en sí mismo", agregó.

María José Caride, por su parte, recordó que hubo que acometer obras que no estaban previstas en el proyecto inicial -como la sustitución de los tubos de drenaje metálicos y el enlace con el polígono industrial de Sanxenxo- y destacó que esta obra "supone un antes y un después", pues se reducirá el tiempo de los viajes al sur de O Salnés e incrementará mucho la seguridad vial.