La noche de San Juan se aprovecha habitualmente para gastar bromas, más o menos pesadas, pero lo ocurrido en Pontesampaio en la madrugada de ayer superó esa frontera. Unos gamberros aprovecharon la festividad para causar diversos destrozos en la playa de la parroquia, en la desembocadura del río Verdugo, donde quemaron al menos dos contenedores (uno de papel y otro de plásticos) y rompieron papeleras y lavapiés, muchos de ellos recientemente instalados por el concello para dotar de servicios al arenal durante la temporada de verano.

Según informó ayer el concello, el servicio municipal de limpieza tuvo que realizar trabajos extra en la zona para paliar los efectos de los vándalos. Desde el gobierno local se defendió ayer el caracter lúdico y divertido de la noche de San Juan, pero se condenaron este tipo de actos de gamberrismo, que "lejos de la diversión, están vinculados con el vandalismo y el destrozo del mobiliario urbano".

No es la primera vez, de hecho, que la playa de Pontesampaio es escenario de destrozos parecidos y en algunas ocasiones los vecinos han denunciado la práctica del "botellón" en el palco de la música situado en las proximidades.

Aunque se han emprendido pesquisas para tratar de localizar a los autores de los actos vandálicos de ayer, todavía no han sido identificados.

Al margen de estos incidentes, la noche de San Juan en Pontevedra transcurrió con normalidad, según coincidieron en destacar la Policía Local y los Bomberos, que llevaron acabo un dispositivo especial de vigilancia. Así, los servicios de extinción de incendios localizaron durante sus patrullas diversas hogueras no autorizadas (eran 117 las que pidieron permiso al concello), pero no fue necesario intervenir en ningún momento por situaciones de riesgo.