Non á expropiación" y "Resposta Xa" son algunos de los lemas de las pancartas que portaban ayer los vecinos de Lérez en su protesta por las expropiaciones del AVE, un proceso que podría afectar a 24 casas, además de fincas y negocios situados en la zona conocida como Porta do Sol da la parroquia pontevedresa.

En principio, los vecinos cuentan con el compromiso verbal del gobierno local de que las expropiaciones no se ejecutarán, pero reclaman acuerdos formales -por escrito- y recuerdan que a día de hoy el proceso de incautación continúa en marcha.

Las obras del AVE incluyen la construcción de un túnel que cruza bajo la Porta do Sol, a apenas unos metros del monasterio de Lérez y cuyo párroco acompañó ayer a los vecinos en la protesta. En esos terrenos se construyeron las 24 casas afectadas, en las que residen unas 50 familias.

Éstas se dieron cita ayer en la Porta do Sol para denunciar que "hubo tres alternativas para el AVE, esta es la tercera y el procedimiento de expropiaciones exige la exposición de los trazados para que los vecinos puedan presentar alegaciones, pero lo que sucedió es que en la última exposición no se mostró al público el proyecto real sino que el concello tenía un plano equivocado en el que no figuraban las casas, mientras que Fomento sí tenía el verdadero".

Los afectados recuerdan que se trata de un defecto de forma importante y que el concello se comprometió siempre a que no se realizarían expropiaciones, "pero lo cierto es que nos hemos encontrado con que nos han remitido las cartas de expropiación el pasado viernes".

Más de medio centenar de vecinos participó en la protesta, durante la que los afectados se situaron a ambos lados de la carretera con carteles y pancartas. Asimismo, realizaron un pequeño recorrido por la Porta do Sol para expresar su protesta por la actuación de las administraciones en el problema.

El tramo pontevedrés del AVE son apenas siete kilómetros, cinco de ellos en el casco urbano, desde la estación de tren en el sur de la ciudad hasta Médico Ballina. Es este último tramo que desemboca en Lérez el que ha generado la protesta vecinal.

En esta parroquia se construirá un nuevo viaducto desde el río Lérez, en paralelo al túnel actual del tren, bajo las 24 casas, jardines, fincas y negocios afectados.