El Consello de la Xunta autorizó ayer el gasto de 31,17 millones para la construcción del último tramo de la variante de Marín, que permitirá enlazar esta vía con la Autopista del Atlántico.

El nuevo tramo viario tendrá una longitud de 4,4 kilómetros y completará el trecho ya concluido de la infraestructura desde O Regueiriño, en la localidad de Marín, hasta su enlace final con la autovía Pontevedra-Marín (PO-12) y con el ramal de acceso a la autopista AP-9 (PO-11). A los 31 millones aprobados hoy hay que añadir cerca de 1,5 millones euros más para sufragar las expropiaciones y otros 1,2 millones para la reposición de los servicios afectados.

La circunvalación de Marín, una obra que ejecuta la Consellería de Política Territorial, tendrá una especial importancia para evitar el paso de los vehículos por el núcleo urbano de esta localidad pontevedresa y evitar los embotellamientos que habitualmente se forman en las horas punta de entrada y salida del trabajo y sobre todo durante los meses de verano debido a la intensidad del tráfico que específicamente se dirige a las playas de O Morrazo.

Características

De acuerdo con la previsión de la Xunta el último tramo de la variante de Marín tendrá dos carriles de circulación de 3,5 metros cada uno y arcenes de 2,5 metros. Se podrá encontrar en sus 4,4 kilómetros de recorrido tres viaductos: uno de 35 metros de longitud sobre la carretera convencional Pontevedra-Marín (PO-546), el segundo de 179 metros discurrirá por las inmediaciones del núcleo de Igresia y el tercero, de 272 metros por las proximidades del lugar de Almuiña.

También están proyectados caminos de servicios y tres pasos inferiores y uno superior que permitirá dar continuidad a la red viaria local. El enlace final de la variante se realizará a través de una glorieta elevada que se construirá sobre la autovía Pontevedra-Marín y la línea de ferrocarril. Este enlace obligará a modificar tanto en planta como en alzada la actual PO-12 en un tramo de 1.280 metros.