Quince dieron ayer la cara públicamente y 21 firmaron un escrito contra su jefe. Los bomberos de Pontevedra salieron a la palestra para denunciar la "quiebra" de confianza entre a la plantilla y su superior, a quien acusan de "dar trato de favor a dos compañeros" y del que cuestionan su gestión lo que, sostienen, estaría redundando en el funcionamiento y en la calidad del servicio que prestan.

La plantilla de bomberos de la capital está integrada por 31 profesionales, cuyos portavoces sacaron ayer a la luz graves carencias como, por ejemplo, la falta de un vehículo de intervención (de primera salida) de pequeñas dimensiones que consideran imprescindible para actuar en la ciudad y en concreto en el casco histórico en donde las calles son más estrechas.

"Teníamos uno, una bomba rural, pero está averiado desde los incendios del verano de 2006" explicaba ayer Daniel Barraza, que no entiende por qué no se adquiere uno nuevo y "sí se invierten 100.000 euros para dos vehículos de transporte de personal y material ligero".

"Lo que interesa es la imagen, aunque la calidad se resienta" se quejaba Vicente Ferrería, que ejemplificaba esta afirmación mostrando los uniformes "de oferta dos por uno que nos han entregado".

"No sólo nos entregan los uniformes con retraso, son los del año 2007, sino que carecen de garantías de calidad y denigran al cuerpo de bomberos, que hasta ahora siempre tuvo la misma uniformidad que el resto de los bomberos de España".

Ferrería destaca el mal ambiente laboral que ha creado el supuesto trato de favor dado por el sargento-jefe a dos bomberos, de 43 años, a los que ha asignado de manera permanente al puesto de telefonista.

Trato de favor

"Hasta ahora los telefonistas los nombraba el cabo de guardia en cada servicio y además hacía tareas de mantenimiento cuando llegamos de alguna actuación a la base o también se usaba el puesto como sistema de compensación, colocando al teléfono a compañeros que llegan de salidas complicadas, entre ellos compañeros de 62 y 59 años" explica el cabo Vicente Ferrería.

Una representación de los bomberos se habían reunido por la mañana, poco antes de su comparecencia, con el concejal de Seguridad Ciudadana, Guillerme Vázquez, para explicarle la realidad del servicio y pedirle que intervenga para reconducir la situación. Han planteado que se reúna con la plantilla para que conozca de primera mano sus quejas y demandas.

Los bomberos dan un plazo de una semana para que se celebre el encuentro, al que también pretenden que asista el concejal de Personal, José Antonio García Lores. En el supuesto de que desde el concello no se afronte lo que consideran una degradación paulatina del servicio, convocarán una asamblea para definir un calendario de movilizaciones.