Los trabajadores de la Escuela Internacional de Doctorado trabajan "a destajo" para tramitar el aluvión de tesis que están recibiendo desde principios de septiembre debido a un cambio en la normativa que obliga a los alumnos de los programas antiguos a defender sus investigaciones antes del 11 de febrero. La Universidad ha establecido un sistema de cita previa, aumentado la frecuencia de las comisiones de evaluación, reforzado el servicio con una persona más e implementado el horario de tarde para garantizar que "nadie se quede fuera de plazo". Pero el envío de última hora ha sido tan "masivo" -el límite de entrega para una parte de los afectados acababa el día 30- que en estos momentos alrededor de 150 trabajos están pendientes de tramitación.

"Mantendremos las medidas extraordinarias mientras sean necesarias y calculamos que en un mes y medio como mucho la situación estará desbloqueada. Queremos que la gente culmine con éxito su etapa de tesis y que nadie se quede por el camino", asegura Antonio García Pino, director de la Escuela Internacional de Doctorado.

El real decreto que limita el plazo para la presentación de tesis a 5 años se aprobó en 2011, pero muchos estudiantes han agotado el plazo: "La última vez que se matricularon ya se la advertimos y en febrero de este año enviamos una comunicación individualizada a cada alumno según su situación. Hemos actuado con anticipación pero son muchos estudiantes".

Las previsiones de la Universidad fijaban una entrega potencial de 600 trabajos debido a la extinción de planes. Hasta el momento se han presentado alrededor de 350, más de medio centenar de ellos enviados desde los departamentos "en el último momento". El flujo normal es de 100 tesis por curso pero, debido al cambio en la normativa, en el periodo 2014/15 casi se llegó a 200 y la previsión para el curso actual es de unas 300. La Escuela Internacional de Doctorado fijó desde junio a septiembre un sistema de cita previa con 700 huecos para realizar una primera revisión de los trabajos.