Los vecinos de San Cibrán llevan años denunciando las molestias que les ocasionan las emisiones de la empresa Orember, pero la situación ha empeorado en las últimas semanas, cuando detectaron "un incremento de partículas en el aire, que cubrían todo el núcleo urbano, desde los coches estacionados en la vía pública hasta los cultivos y las zonas comunes".

Estas quejas fueron trasladadas el pasado viernes 10 a los representantes municipales de San Cibrán y a la Consellería de Medio Ambiente, quien aprovechó este nuevo rebrote del problema para informar a los afectados de que los análisis realizados en Orember este año revelaron que "el humo que sale por sus chimeneas no contiene elementos tóxicos o dañinos para la salud".

La Xunta de Galicia entiende que "no existe riesgo para los vecinos", quienes lamentan sin embargo las molestias de "levantarse y tener el coche cubierto de pequeñas virutas de madera, no poder tender la ropa al aire libre o dejar las ventanas abiertas, especialmente en verano".

Las continuas protestas de las familias que residen en las inmediaciones del polígono de San Cibrán forzaron el pasado mes de enero la intervención de la Consellería de Medio Ambiente, que se vio obligada a comprometerse a analizar las emisiones de Orember para garantizar que se estaba cumpliendo la legislación.

Desde ese momento, la Xunta ha estado realizando controles de las emisiones para analizar sus componentes y, de ser necesario, solicitar a Orember que ejecutara las correspondientes medidas correctoras para minimizar las molestias a los vecinos.

Sólo ceniza

Tras meses de incertidumbre, desde la consellería explicaban esta semana que "se cumplió lo prometido y se comprobó que sólo se emite ceniza, molesta para los vecinos pero a la que legislativamente no hay nada que objetar". Por este motivo, desde el departamento autonómico reconocen que "lo único que se ha hecho es indicar a los responsables de la empresa es que cuiden el mantenimiento de las instalaciones y se preocupen de limpiar los filtros de las chimeneas para reducir, en lo posible, que salgan a la atmósfera virutas de madera u otro tipo de partículas que acaben depositándose sobre las viviendas".

Ecologistas

Aunque legalmente no se puede hacer nada, la delegación ourensana de la asociación ecologista Adega también está detrás de las emisiones de Orember y pide a sus responsables "máximo control del sistema de extracción, puesto que son fabricantes de madera y éstas llevan productos químicos que podrían depositarse en los viñedos de los vecinos".

Para evitar problemas en el futuro, aconsejan a la Xunta que realice controles periódicos que garanticen un estricto cumplimiento de la legislación vigente y permitan compatibilizar la actividad económica la salud de la gente.