Seguimos siendo la provincia más pobre de Galicia y de España". Así de rotundo fue el director de Cáritas, Miguel Pérez de Juan, durante la presentación de la memoria de 2006, en la que también se constata que las familias ourensanas que se encuentran bajo el umbral de la pobreza sigue creciendo con respecto a 2005, algo más del 1,7%, lo que llevó a que en el pasado año se situase en el 15,25 %.

Otro de los datos relevantes es que el número de hogares que viven de prestaciones en 2006 llegase al 41,93%, mientras que el número de hogares que ingresan mensualmente entre 600 y 1.000 euros superó el 20%, lo que coloca a Ourense como la provincia con el mayor índice de Galicia y en algunos casos de España.

En cuanto al salario medio mensual por hogar en 2006, según los datos aportados ayer por Cáritas, fue de 1.470 euros, el más bajo de Galicia, a pesar de que con respecto a 2005 supuso un incremento de 5 euros por familia, lo que no impidió que Ourense siga a la cola, debido a que el salario medio de Galicia es de 1.793 euros.

Pérez de Juan subrayó que "el panorama en la provincia es desolador, un año más", de ahí la importancia que tiene la labor que realiza Cáritas a través de una serie de programas que tienen como objetivo dar cobertura a las necesidades de colectivos de "atención preferente".

Así, y aunque durante 2006, hubo una reducción presupuestaria del 22%, debido al descenso de los donativos, donaciones y subvenciones, el presupuesto de 870.841 euros permitió a Cáritas Diocesana de Ourense a 3.158 personas,en total 669 más que en 2005, un 20,6 %.

Los programas que están en marcha permiten dar respuesta a muchas de las necesidades existentes, explicó Pérez de Juan. En el de inmigrantes se realizaron 980 intervenciones, de las cuales 750 han sido para solicitar empleo, consiguiéndose una inserción laboral de 133 personas.

En el programa de mujer fueron 441 las intervenciones con un rango de edad entre 21 y 42 años, y de 10 nacionalidades diferentes. En colaboración y ejecutado directamente por las Hermanas Oblatas, que "están realizando una gran labor", comentó Pérez de Juan, se atienden a mujeres afectadas por la exclusión o en vías de caer en ella, así como "violentadas de muy diversa forma" (prostituidas, inmigrantes indocumentadas, con cargas familiares no compartidas, escasos recursos económico, entre otras). En el Centro de Día "Alumar" se les ofrece ayuda y apoyo y realización de actividades para su reinserción laboral. Cáritas también realizó acciones de atención penitenciaria, en colaboración con la prisión de Pereiro.

Pisos de acogida para atender a los inmigrantes

Dentro de las acciones que durante 2006 realizó Cáritas, y con las que continúa en la actualidad, destaca las relacionadas con los inmigrantes, contando para ello con cuatro pisos de acogida en varias zonas de la ciudad, con un total de 32 plazas. Así, en el pasado año recibieron 35 inmigrantes procedentes de Canarias, Ceuta y Melilla, la mayoría de nacionalidad senegalesa, a los que Cáritas facilitó manutención y alojamiento, apoyo económico en las necesidades básicas, así como asistencia médico y social. Y además de la orientación administrativa y social, lograba la inserción laboral de 133 personas. También cuenta Cáritas con un piso de acogida en la ciudad para los internos de tercer grado del Centro Penitenciario de Pereiro de Aguiar. El año pasado fueron 29 el número de acogidas, y los beneficiarios 11 internos, con edades entre los 31 y 73 años.

Apuesta por el medio rural a través de iniciativas como la agricultura ecológica

Una de las apuestas de Cáritas sigue centrada en el Medio Rural, como indicó ayer Pérez de Juan, después de que en 2003 se pusiera en marcha un empresa de inserción, que se concretó con la rehabilitación de la Casa Rectoral que la Diócesis ourensana tiene en Beiro, que se completó con el acondicionamiento de una finca de 13 hectáreas, destinada a la agricultura ecológica, dando empleo a 14 personas en 2006. "Queremos hacer atractivo el rural, así como desterrar esa negra leyenda", apostilló el director de Cáritas, que anunció la creación de 38 nuevos empleos con la puesta en marcha de nuevos proyectos. A este respecto, el delegado diocesano, José Ángel Feijóo, comentó durante la presentación de la memoria la disposición de Cáritas a colaborar con las administraciones en todos aquellos proyectos que generen riqueza en el ámbito rural, con especial incidencia en familias y jóvenes que pretendan "vivir dignamente del campo".

Un ejemplo de ese compromiso es la empresa "Agrobrocal", que centra su actividad en producto de huerta ecológica, junto con el cultivo de flor.

Entre las acciones a corto plazo se encuentra la puesta en funcionamiento de dos fincas que la Diócesis de Ourense tiene en el Concello de Allariz, y que están a la espera que se encuentren familias que quieran explotarlas, además de la rehabilitación de las casas rectorales de Tamallancos, en el Concello de Vilamarín, y la de Mandrás, en el municipio de Cea, a través de un nuevo obradoiro de empleo concedido por la Consellería de Traballo, según confirmó Pérez de Juan.

La última propuesta realizada por Cáritas es la creación de una Universidad Rural, al considerar que se convertiría en un elemento importante para la puesta en valor del medio rural, que tendría como uno de sus objetivos frenar la sucesiva despoblación que sufren muchas zonas de la provincia. Supondría "volver al rural y poner en valor la profesión de agricultor", dijo el director de Cáritas.