X.M. del Caño / OURENSE

El retablo mayor de la iglesia de San Salvador de Celanova se encuentra desplazado unos veinte centímetros, al falsear una de las columnas y estar sueltas piedras de la base que lo sostiene, por lo que existe un grave peligro de que se venga abajo. Técnicos de la Consellería de Cultura y de la Administración central estudian la situación desde hace semanas, con la máxima discreción, para evitar que se extienda la alarma en plena celebración del Año Jubilar de San Rosendo, durante el que algunos días asisten más de mil personas a las misas que ofician obispos y sacerdotes de toda la Península. El cura de Celanova, Cesáreo Iglesias Grande, resalta que en lo que va de año ya pasaron por la iglesia unas 40.000 personas y en los meses que restan lo harán otras 140.000, procedentes de numerosos puntos de España y Portugal.

Fuentes consultadas indican que la preocupación es máxima, dado que si el retablo de 18 metros de altura se llega a derrumbar, podría alcanzar el altar mayor y alguna de las primeras filas de los bancos del templo, con lo que podría haber víctimas mortales. Pero además significaría la desaparición de uno de los mejores conjuntos barrocos de Galicia, del siglo XVII, obra de Castro Canseco, que tiene "un valor incalculable".

Anclajes oxidados

Técnicos consultados señalan que "la tensión en el retablo es tan grande y los anclajes antiguos de hierro oxidado son tan pocos que puede dar un golpe en seco y se desplomaría". Explican que si falla el anclaje, "caería hacia adelante la columna, y se desmoronaría gran parte del retablo sobre si mismo".

Sorprendentemente, la empresa que realizó trabajos de limpieza y recuperación del retablo hace seis o siete años, con fondos de la Xunta, no descubrió el problema del desplazamiento, cosa que lamenta el párroco, Cesáreo Iglesias. Técnicos en la materia, también critican el tratamiento que aplicó, por el que ya se han detectado diferentes problemas. Y confirman que "se mueven las piedras de la base".

La empresa CBC, al frente de la que se encuentra Ignacio Márquez, fue la que descubrió el problema del desplazamiento del retablo, al estar concluyendo unas obra de mejora en la iglesia. En un análisis de la situación, indica: "No se va a caer de hoy para mañana, pero sin entrar en alarmismos hay que reconocer que asegurarlo es urgentísimo, independientemente de que luego se haga la intervención en todo el retablo, se corrijan todos los problemas y se saquen las toneladas de basura que hay detrás. Hay toneladas de basura, procedentes de restos de las obras y reformas anteriores, entre las que se encuentran piedras abandonadas en el ático que pesan 70 kilos".

Sistemas hidráulicos

Ignacio Márquez explica que para asegurar la estructura "hay que estabilizar el macizo de piedra sobre el que descansan las columnas, para lo que tenemos que levantar en el aire esa columna, con unos sistemas hidráulicos, con el fin de descargar el peso y desmontar el retablo en esa zona, para que se pueda volver al sitio el macizo de piedra. Esto permitirá que desempeñe su función".

En lo que respecta a los anclajes, Ignacio Márquez resalta que "están oxidados los pocos elementos metálicos que sujetan el retablo". Y añade: "En estos momentos, el retablo está sobre si mismo, con técnicas que utilizaban en aquella época: metían el palo en la pared, le ponían unas cuñitas, daban unos golpes de martillo y ya quedaba aquello fijo, pero claro, con los años la madera merma, todo eso pierde efectividad y no hay nada que sujete a la pared el retablo".

Nuevo gasto

La empresa CBC en la actualidad está buscando una solución al problema, que podría consistir en "desmontar el retablo en una zona de ocho metros de alto, por tres de ancho", junto a una columna que hay en la parte derecha del altar. Márquez explica que al quitar las piezas del retablo, "se liberaría el macizo de piedra, para volver a colocarlo en el sitio". La columna quedaría "sobreelevada, con una estructura metálica, para que no cargue el peso sobre el macizo de piedra".

El presupuesto completo de las nuevas obras que requiere la iglesia, para actuaciones en el retablo y trasladar el templete al lugar de procedencia, debido a que fue desplazado y no se encuentra en el lugar para el que fue construido, supera los 200.000 euros. Pero dada la urgencia de asegurar el retablo, esta tarea en solitario tendría un coste que no alcanzaría los 60.000 euros, que se restarían del gasto general. Estos trabajos no interrumpirían los actos religiosos del Año Jubilar de San Rosendo. Las obras sólo representarían en algunas ocasiones pequeños problemas de polvo y de la permanencia de algún pequeño andamiaje durante los trabajos.

Ignacio Márquez, después de examinar el desplazamiento del retablo, aclara que la estructura no requiere que se haga una sujeción previa o apuntalamiento, pero advierte: "Lo importante es ponerse a resolver algo que en un momento dado nos puede dar un disgusto colosal". Y agrega: "El retablo es único. En Galicia no hay ningún conjunto barroco como el de Celanova, incluidos los de las catedrales. El retablo mayor es espectacular. Desde el punto de vista monumental, está a la altura del de San Martín Pinario". Y añade: "El valor es tan grande y el riesgo tan elevado, que nosotros estamos elaborando una propuesta, de tal manera que no interfiera en las celebraciones, adaptando la tarea al lugar en el que se va a trabajar".

Supervisión de la Xunta

El delegado provincial de la Consellería de Cultura, José Carlos Sierra, anuncia que supervisará la situación un catedrático de infraestructuras, en la jornada de hoy o mañana, además de valorar posibles actuaciones en el claustro. De todas formas, después de que técnicos de la Xunta y de la Administración central examinaran el retablo en las últimas semanas, Sierra señala: "Nosotros tenemos la impresión de que la situación no es alarmante", pese a lo que anuncia que "especialistas de la Dirección Xeral, a través del Servicio Xeral de Intervención Arquitectónica, prosiguen examinando el retablo para hacer lo que corresponda".

El retablo mayor de la iglesia de San Salvador fue construido en Celanova por Francisco de Castro Canseco, que lo concluyó en 1697. El escultor, de origen leonés, tuvo su taller instalado en Ourense, donde hizo tallas de la capilla del Santísimo de la catedral y los retablos central y laterales de la iglesia de Santo Domingo.

Traslado

El retablo mayor de Celanova cuenta con cuatro columnas salomónicas monumentales, además de relieves que representan el Nacimiento, Presentación en el templo y Adoración de los Reyes Magos. Bajo un panel sobre la Resurección, puede verse la imagen de San Rosendo.

Existe un proyecto en la actualidad para trasladar el templete de la iglesia de San Salvador de Celanova al lugar que ocupaba en su origen, después de que los Escolapios lo cambiaran para la zona del sagrario, a principios del siglo pasado, alrededor de 1920, tal como resalta el párroco, Cesáreo Iglesias.

Muy rápido

El cura de Celanova confirma que los trabajos para asegurar el retablo "se harán muy rápido, porque están muy preocupados", debido a la afluencia de gente a la iglesia y al enorme valor del retablo. Sin ir más lejos, anuncia que el día 3 de mayo visitarán la iglesia 1.100 alumnos de primero y segundo de ESO; el día 10, unos 1.400 alumnos de tercero y cuarto de ESO y de bachiller; el 17 de mayo, 2.200 personas del Apostolado de la Carretera de Mondoñedo-Ferrol -se desplazarán a la villa de San Rosendo en turismos, autocares, motos y tractores-; el 25 de mayo, 1.000 personas vinculadas a las asociaciones de María Auxiliadora; el día 17 de junio visitarán Celanova mil representantes de los liceos de Galicia.

Cesáreo Iglesias recuerda que durante la pasada semana asistieron a la misa dedicada al arciprestazgo de Celanova unas mil personas y más de 700 en la jornada dedicada a la Merca.

La misa de clausura del Año Jubilar de San Rosendo la presidirá dentro de siete meses el arzobispo de Madrid, Rouco Varela. El día de San Roque, en agosto, la oficiará el presidente de la Conferencia Episcopal de Portugal y arzobispo de Braga, Jorge Ferreira.

El congreso sobre San Rosendo se iniciará en Mondoñedo el día 27 de junio, proseguirá en Santo Tirso y concluirá en Celanova, el día 30 de junio. La exposición sobre el santo se inaugurará en Celanova, el 28 de septiembre. Esta villa acogerá la clausura de un congreso sobre arquitectura religiosa, que se iniciará en Ourense. Organiza un concurso literario, sobre San Rosendo y su época, en el que participan todos los institutos de Galicia y los colegios de primaria, en las modalidades de narrativa, ensayo y poesía. También acogerá una exposición de Ocaña, sobre el santo, en agosto.