Los distintos programas de Cáritas han detectado y atendido en Ourense a un total de 7.281 personas en el umbral de la pobreza. Son 2.268 menos que en 2016, pero son "pobres, más pobres" a los que no les han llegado los pequeños brotes verdes tras la crisis, explica la entidad diocesana dependiente del Obispado, que suple esas grandes bolsas de ayuda allí donde no llegan las administraciones públicas.

"El aumento de la brecha social hace que en el último año haya aumentado la desigualdad", explicó ayer María Tabarés, directora de Cáritas Ourense, en el balance de gestión del año 2017. Un balance que ha dejado en la cuneta menos pobres, pero "invisibles", por su nivel de necesidades y/o exclusión.

Fue uno los cambios detectados en el balance anual de Cáritas, un trabajo que otorga cada mes de mayo la imagen real de esta provincia devuelve el espejo. Un acto en el que participó también el delegado diocesano de Cáritas, José Ángel Feijóo Mirón.

Perfil de la pobreza

De esas 7.281 personas atendidas (traducido en 15.271 asistencias en la ciudad y en el resto de la Diócesis) no faltaron familias con problemas puntuales para llegar a fin de mes, pagar la luz o alquiler, pero el perfil social predominante, lo que Cáritas llama observatorio de la realidad social" que obtuvieron haciendo un muestreo entre las personas que le solicitaron ayuda, detecta que el perfil mas habitual es el de pareja con hijos y personas que viven solas. Un 44,8% de los que pidieron ayuda fueron hombres con edades de 36 a 45 años, y el resto mujeres de 35 a 40 años y en ambos casos mayoritariamente españoles. El 62% no tenía empleo y la mayoría tiene ingresos medios de 300 euros al mes.

"El deterioro de las condiciones de trabajo ha implicado un camino seguro hacia la pobreza", indica Cáritas en su estudio anual, y de hecho "en años anteriores a la crisis la proporción de ourensanos que vivían bajo el umbral de la pobreza se había ido reduciendo en cada ejercicio, pero a partir del año 2008 estos porcentajes no hacen más que incrementarse", apuntan.

Como señaló ayer María Tabarés, en 2017 "hay una desigualdad añadida y es que no solo hay más personas vulnerables, sino que regresar a los espacios de la normalidad y de la inclusión social se les hace cada vez más dificultoso".

Por eso, y pese a que se sitúa en términos macroeconómicos 2017 como el año de la mejora económica, "nosotros hemos sido testigos de que no llega de forma decidida ese despegue económico a a las personas más vulnerables" .

Vulnerables y excluidos

Cáritas tiene cinco proyectos destinados a la atención social de menores, adultos y personas mayores que se encuentran en situación de riesgo social. El centro de Día Xurde ofrece su atención educativa a menores con expediente de protección abierto por la Xunta de Galicia. Ha atendido a 22 menores en 2017.

En la Escuela Infantil A Casiña, fueron atendidos 65 niños . El centro de formación compensatoria de adultos "Trébede" desarrolló actividades de alfabetización, y aprendizaje del idioma español, de formación y oras para darle competencias sociales y laborales y mejorar de la empleabilidad con 376 personas.

El ámbito de ayuda es amplio incluye atención a 15 reclusos de Pereiro que tuvieron gracias a a mediación de Cáritas permisos en piso de acogida.

También dentro del programa de apoyo a mujeres víctimas de trata en contextos de prostitución, se contactó con 645 mujeres y 22 iniciaron un plan personalizado de inserción. Los programas son interminables y atienden desde la capacitación para el empleo a la vivienda, con 438 personas que recibieron apoyo económico para pagar alquiler, o para algún suministro de su vivienda. El ropero municipal dio nueva vida a esas prendas que ya no necesitamos y fue utilizado por 685 persona

Comedor social

El comedor social de Cáritas es otro "orgullo de la corona", pues repartió 118.749 menús en 2017 frente a los 90.661 de 2016.

Incluye este apartado el envío a domicilios con hijos de productos frescos, carnes, verduras o pescados para que tengan una alimentación equilibrada.

Con todo esto y mucho más que Cáritas hace en Ourense y cuyo relato sería en exceso prolijo, aún se plantea retos como el de avanzar para conseguir zanjar esa gran brecha social que hace que la pobreza se enquistara en esas familias de Ourense, "pues la desigualad económica es también de oportunidades y por tanto y por lo tanto de derechos sociales" explica Cáritas en este detenido informe anual de gestión realizado en 2017, que puede consultarse dado a dato, con toda la aportación, vías de recursos y destino de los mismos, a través de su página web (www.caritasourense.org)