Los recursos con que cuenta la zona de As Burgas, en lo que se refiere a la energía geotérmica, es una realidad reconocida, de ahí que la Xunta pusiera en marcha un estudio para conocer la capacidad hidrotermal de esa zona que se encuentra en el casco histórico de la ciudad. Así, en la jornada de ayer, el director xeral de Enerxía e Minas, Ángel Bernardo Tahoces, acudió al Concello para presentar los trabajos que la empresa Geocisa llevará a cabo para conocer la capacidad con que se cuenta.

En la reunión que mantuvo con el alcalde, Jesús Vázquez, y en la que estuvo presente el concejal de termalismo, Jorge Pumar, el director xeral de Enerxía destacó que aunque las propiedades y beneficios de las aguas termales son de sobra conocidas, hasta estos momentos no se realizó una cuantificación del caudal para determinar el aprovechamiento racional del recurso, que es el objetivo de los trabajos que se van a realizar. Pero sin aportar dato alguno de los proyectos que se realizaron en la zona, tanto públicos como privados.

Al término de la reunión, por parte de la Xunta se explica que después del "análisis documental" se realizarán trabajos en superficie de reconocimiento geológico e hidrológico que permitirán actualizar el inventario de puntos de agua subterránea, así como una "monitorización automática para medir el continuo caudal, la temperatura, la conductividad o el nivel del agua termal", así como los análisis de datos correspondientes para poder realizar una valoración de los resultados.

Aprovechamiento

Otra de las cuestiones en la que se incide por parte de la Xunta, en relación al estudio que se realiza, es que los resultados del mismo podrán ser utilizados para seguir avanzando en el "proyecto pionero de Ecobarrio", una iniciativa que pretende aprovechar una de las principales cualidades de la denominada capital termal de Galicia, la geotermia, y que prevé establecer la primera red de Europa de geotermia a través de un proyecto de district heating que cuenta con un presupuesto de 8,3 millones de euros.

Un proyecto que contempla la utilización de esa fuente de energía para poder abastecer de calefacción y agua caliente a medio centenar de edificios que se encuentran en el barrio de A Ponte, y que se convierte en el epicentro de un proyecto que forma parte de una iniciativa conjunta que se pretende desarrollar con fondos europeos.

De ahí que con la presentación de los trabajos, por parte de la Xunta se ratifica el compromiso tanto con la protección de las aguas termales, como con el impulso y aprovechamiento de los recursos autóctonos para fomentar su uso racional, y concluir en su justificación que se trata de "caminar hacia una economía verde".

En cuanto a cuestiones concretas, el responsable del área de Termalismo, Jorge Pumar, señala que esta cuestión concreta depende del PERI de casco histórico de la ciudad, por lo tanto de la Concejalía de Urbanismo, cuyo titular, José Cudeiro, que, aunque no participó en la reunión, explicó que "nuestro cometido es conceder los permisos necesario para poder llevar a cabo diferentes actuaciones".

Por lo de pronto, y en lo que se refiere a la primera fase, la Xunta cuenta con los permisos para la colocación de diferente aparataje para realizar sondeos en el subsuelo, si fuese necesario, que ya formaría parte de una segunda fase. Sobre esta cuestión, Cudeiro indica que fueron presentados en el servicio de Urbanismo las correspondientes solicitudes que fueron informadas favorablemente. Pero advierte que dependerá de otro informe posterior de Patrimonio para poder llevar a cabo las actuaciones previstas dentro del estudio que se le encargó a la empresa Geocisa, y que tiene como objetivo conocer la capacidad hidrotermal real que existe en la zona de As Burgas.