El gran día para los jóvenes investigadores que participaron en la Galiciencia llegó ayer con la entrega de premios y la selección del mejor proyecto que competirá a nivel nacional en la feria Exporecerca. Entre los 50 proyectos a concurso, el jurado, integrado por 40 miembros, valoró la presentación oral, la innovación, el proceso de investigación, la creatividad y el rigor metodológico.
En esta edición, dedicada al cambio climático, ha sido un plan de acción para recuperar la biodiversidad en el rural y combatir de forma natural las especies invasoras el que se ha hecho con el primer premio. El trabajo, bautizado como "Rebinxe", lo realizaron ocho alumnos del IES San Rosendo, de Mondoñedo, Lugo, y fue presentado en Galiciencia por Lidia Barreira y María Bouso. Como ganador absoluto del certamen por lograr la mayor puntuación, el grupo recibe 1.000 euros para financiar su participación en la feria científica Exporecerca 2019, que se celebrará en Barcelona, y en la que competirán a nivel nacional con los mejores investigadores del ámbito educativo.
La propuesta de estos estudiantes, tutorizados por el profesor Óscar Chao, visibiliza la preocupación de los jóvenes por la pérdida de las especies autóctonas frente a la amenaza de las invasoras, y su apuesta por la conservación de los ecosistemas den el rural, en concreto en los concellos de Mondoñedo, Abadín y Lourenzá. "Rebinxe" conquistó al jurado por su cuidada metodología y presentación, apoyada en numerosas muestras de su trabajo de campo y varios prototipos.
La iniciativa tiene especial interés porque consiguió involucrar a los vecinos de esos municipios en la mejora de los ecosistemas de la comarca. Durante los últimos seis meses, los estudiantes realizaron estudios pormenorizados sobre tres especies autóctonas, la lechuza, el búho y el murciélago, para después iniciar un plan de acción. Entre las actuaciones puestas en marcha, está la concienciación de la población sobre la capacidad de estas especies para controlar plagas como la velutina, la colocación a demanda de cajas-refugio construidas por ellos mismos para facilitar la supervivencia de ejemplares, y herramientas 'online' para recopilar los datos facilitados por los habitantes del entorno.
Su objetivo, tal y como explicaron, se centra en recuperar la biodiversidad animal y vegetal característica de su entorno y emplear la presencia de ciertas especies para controlar de manera natural las plagas reduciendo así el uso de biocidas. Al tratarse de un proyecto colaborativo, los jóvenes consiguen que los vecinos se impliquen en la conservación del medio y fomentan el diálogo intergeneracional.
| Un cohete alimentado con nitrato de potasio y azúcar. El segundo premio, dotado con 500 euros para asistir a la feria científica vasca Zientzia Azoka, correspondió al diseño de un cohete de combustible sólido utilizando una mezcla de nitrato de potasio y azúcar, lo que provoca una reacción de gases que impulsan el proyectil. Pablo Portela y Brais Pazó, del Colegio Eduardo Pondal de Cangas do Morrazo (Pontevedra), se inspiraron en los principios físicos utilizados por la NASA para fabricar sucesivos prototipos capaces de alcanzar cada vez mayor altura y aceleración.
| Una estación meteorológica para prevenir incendios. El proyecto Cero Lumes, de Esther Suárez y Lucía Suárez, alumnas de las Aulas Científico-Tecnológicas Isidro Parga Pondal de Ponteceso (A Coruña), recibió el tercer premio. Idearon una estación meteorológica electrónica para la prevención de incendios. A través de sensores de temperatura, humedad y velocidad del viento, y circuitos programados para cruzar los datos, el dispositivo emite alertas cuando se produce la combinación de factores de riesgo. El equipo recibió 200 euros para cubrir los gastos de su participación en el programa de actividades organizados polos Museos Científicos Coruñeses en la Semana de la Ciencia.
| Peligrosa presencia de plástico en las playas. En la categoría especial de cambio climático, destacó el proyecto de caracterización de los plásticos de la playa de Vilariño, en la Ría de Aldán, presentado por Inés Muiñas y Óscar Cordero, del Colegio Alborada, de Vigo. A través del trabajo de campo determinaron que el contenido de microplásticos (tamaño menor de 5 mm) en la playa analizada asciende a la peligrosa cantidad de 760 unidades por dm3.
| Concienciación sobre el reciclaje de papel. El proyecto de concienciación sobre el reciclaje de papel de Luis Barba y María Rascado, del IES María Casar de Oleiros (A Coruña), obtuvo el reconocimiento a la mejor presentación y comunicación oral. Los alumnos idearon un sistema que cubre todo el proceso, desde construir los instrumentos necesarios para el reciclaje hasta la elaboración del papel.
| Contenedores de basura con ayuda para invidentes. El sistema de ayuda para invidentes en el reciclaje de basura desarrollado por Mateo González y Cecilia González en las Aulas Tecnópole destacó como el proyecto más innovador. Los alumnos diseñaron un contenedor que emite señales a los bastones de los invidentes cuando están cerca para guiarles. El colector está dotado de varios dispositivos y envía una señal sonora diferente en función del tipo de residuos que recoge (orgánico, plástico, papel o vidrio).
