El vertido de residuos de las obras de construcción del tren de alta velocidad sobre el río Támega ocurrido el pasado lunes a raíz de una tormenta de unos 45 minutos de duración no afecta a la población de la zona, según ha confirmado el alcalde de Laza, Ramón Barreal.

"En principio, lo ocurrido no afecta a ninguna población de Laza; no afecta a ninguna captación de agua ni en usos domésticos, la única preocupación que tenemos es tener el río en esas condiciones, con ese color gris", señaló el regidor de la localidad, quien apuntó que sería más alarmante "si en lugar de ser corrimiento de tierras se tratase de productos químicos".

"De todos modos, no es una competencia municipal, la población está informada; la Confederación Hidrográfica y los servicios de Medio Ambiente de la Xunta son los que están trabajando en el tema", declaró Ramón Barreal.

El regidor de la localidad advirtió, además, que tiene habido episodios peores en el río Támega y nadie se acordó de ello.

Ramón Barreal aseguró que pondrán en conocimiento de los ciudadanos lo que decidan las dos autoridades competentes cuando así lo resuelvan.

Malestar vecinal

Los vecinos de la localidad señalaron que hace siete días se había producido un episodio similar en el río Támega a causa, también, de una tormenta, por lo que lamentan que este tipo de sucesos puedan acabar matando la comunidad de truchas que actualmente se encuentran en dichas aguas.

Por ello, derivado de su malestar y alerta, los vecinos de Laza demandan a las instituciones competentes que aborden la cuestión con el objetivo de evitar que el río Támega se convierta en un futuro en un río muerto y sancionen a la empresa culpable del último vertido sufrido.