Uno de cada tres enfermeros y enfermeras ha sido víctima de una agresión física en el último año, y el 70% sufren habitualmente agresiones verbales por parte de sus pacientes o de los familiares de pacientes. Sin embargo el Observatorio de Agresiones a Enfermos, que puso en marcha a finales de 2017 el Colegio de Enfermería de Ourense, ha tramitado solo dos denuncias de enfermeras agredidas, una en el CHUO y otra en el rural, que acabaron en la vía judicial. Otras enfermeras todas mujeres dieron cuenta de agresiones verbales o física, pero no denunciaron, pese a a continuar en tratamiento psiquiátrico tras lo ocurrido.

"El problema es que muchas enfermeras piensan que estos insultos y vejaciones forman parte de su trabajo, por eso no denuncian" explicaba ayer Ascensión Pérez Sampayo, presidenta del Colegio de Enfermería de Ourense, que organizó, junto con la a Escuela Internacional de Ciencias de la Salud, la jornada "Agresiones a Profesionales Sanitarios" celebrada ayer en el centro cultural Marcos Valcárcel de Ourense

Durante esta jornada, juristas, psicólogos, magistrados, enfermeros, psicólogos o policías entre otros, abordaron un marco de colaboración para que el personal de enfermería denuncie, pues en la actualidad señalaron, 8 de cada 10 agredidos no lo hacen, lo que da "impunidad" al agresor.

César Tolosa Tribiño, Magistrado de la Sala Tercera del Tribunal Supremo señaló durante la jornada inaugural que "las agresiones afectan al propio sistema sanitario. Tras la agresión, el profesional no quiere volver a atender a ese paciente y si lo vuelve a atender puede suceder que acceda a lo que le exige su paciente lo que supone un tratamiento diferencial. Es importante que se tomen medidas para que el profesional agredido no tenga que seguir atendiendo a su agresor".

Atentado a funcionario público

Por eso el magistrado del Supremo ha hecho hincapié en el hecho de que la agresión al profesional sanitario, que supone el 25 % de las agresiones en el ámbito laboral, sea considerada como atentado a un funcionario público. Esto conlleva una pena superior. También pidió que se vaya "elevar la consideración de los profesionales sanitarios a la de autoridad, lo que incrementaría más la pena y, por ende, la protección" . Algunas comunidades han hecho avances al respecto.

Ana Isabel Gutiérrez Salegui, psicóloga forense ha sido tajante en cuanto al acoso sexual de las enfermeras y es que, en su opinión, "la profesión de enfermería está muy sexualizada por la cultura del porno y eso potencia el acoso sexual por parte de personal y usuarios".