"No sabemos ni para qué película es ese casting ni siquiera quién la va a dirigir, pero una de las personas de la productora que nos hizo la foto y la ficha nos dijo que era para participar en bailes populares para una especie de fiesta campestre ambientada en los años 30 del pasado siglo", explicaban Raquel y Eva.

A sus 13 años, llevaban ya casi el número 500 de participantes en el casting y como muchos de los que acudieron, dada su minoría de edad, tuvieron que requerir la firma de sus padres para asistir.

Previamente cada aspirante que iba poniéndose a la cola debía rellenar una ficha que la productora gallega Zenit TV, responsable del casting de figuración en el que no suele tomar parte al no incluir a protagonistas ni actores secundarios la dirección de la película, les hizo rellenar un papel en el que, junto con todos sus os personales, se pedía la experiencia audiovisual o en teatro y otras artes del aspirante a un puesto de figurante, sus aficiones, si sabían montar a caballo, deportes, música o baile, e incluso su altura, peso, talla de ropa o zapatos.

"Fíjate, esta es una de las cuestiones que me llamó la atención, no sabía que había que dar tantos datos personales y firmar incluso para participar en el casting un papel en el que nos comprometemos si es necesario a pagar la Seguridad Social durante el rodaje", explicaba María, de mediana edad.

Al fondo de El Cercano, en un singular patio interior con césped y un magnífico mural obra de Mon Devane que reproduce la Plaza do Ferro, los aspirantes a figurantes en la película anónima, iban posando de perfil, de lado, con una pizarra con su número de casting en la mano. No tenían que hacer ninguna pregunta ni dar ninguna respuesta que no fuera por escrito.

Algún miembro de la productora sentado en una mesa navegaba en un mar de papeles. A última hora de la tarde los últimos rezagados entraban todavía por la puerta. No habían perdido la esperanza. Entre ellas un grupo de mujeres octogenarias, o casi. "Venimos por casualidad", señalaban mientras se negaban a dar su nombre. "Es que mi hija me dijo mira vete, si te cogen es una experiencia".

En el fondo de muchos ojos brillaba esa magia de la fama a cualquier edad."Mamá, quiero ser artista",cantó la Velasco. Ayer más de 500 personas pensaban lo mismo.