Decidieron pasar a la acción después de analizar el proyecto y los "efectos negativos" que tiene para muchas familias. Así, vecinos de la zona de Reza se concentraron ayer a la entrada del concello para dejar patente su rechazo al proyecto de senda peatonal y bicicletas, de 2,2 kilómetros que tiene previsto ejecutar la Xunta, a través de la Consellería de Infraestruturas, con una inversión prevista de algo más de 1,2 millones de euros.

Pero los vecinos no estuvieron solos, ya que contaron con el apoyo del grupo socialista y Ourense en Común, que además de defender las que consideran legítimas reivindicaciones, cargan contra el gobierno popular por "plegarse" a la decisión de la Xunta, que se traduce en "imponer" un proyecto con el que no están de acuerdo y del que no tuvieron conocimiento hasta que se presentó oficialmente en el salón de plenos, coincidiendo con el periodo de alegaciones.

Un apoyo que agradecía la presidenta de la asociación vecinal, Sara Cruz, dejando patente la "preocupación" que existe, en especial de aquellas personas mayores que se ven afectadas por un proyecto que no hace más de reflejar que "existen vecinos de primera y otros de segunda". Y recalcar que el proyecto de la Xunta llevará consigo expropiaciones y reduce a lo máximo el acceso a la viviendas, con el "riesgo que eso supone".

Reprocha la presidenta de la asociación que la demanda que se había planteado en su momento al concello era la construcción de unas aceras, para dar continuidad a las que existen desde Casa Escola hasta a la zona de Outariz. Es por eso que pide al gobierno popular que "debe hablar con los vecinos antes de tomar decisiones" y señalar que tienen el compromiso del alcalde Jesús Vázquez de que serán recibidos el próximo jueves.

Lo que tiene claro Sara Cruz, y así lo anunció ayer durante la concentración, es que de llevar adelante el proyecto tal y como se plasma en los documentos toda la junta directiva de la asociación de vecinos de Reza dimitirá en bloque, lo que podría llevar consigo a que se adoptasen otro tipo de decisiones, sin descartar las movilizaciones.

Accesibilidad

Unos argumentos que suscriben los dos grupos políticos, y el portavoz socialista, Vázquez Barquero, fue más allá y acusó al gobierno popular de esgrimir dos argumentos para defender el proyecto que "no son verdaderos", y que se trata de una "imposición de la Xunta y el Concello".

Así, Barquero desmonta esos argumentos, como el del edil de Infraestructuras y portavoz del gobierno, José Araújo, que no dudó en afirmar que "es muy beneficioso para los vecinos de Ourense", cuando entiende "que eso no es verdad", toda vez que "se está perjudicando a 43 familias", con una importante reducción de la accesibilidad a su viviendas, todas ellas unifamiliares, al encontrarse en la periferia de la ciudad.

Sostiene Barquero que el proyecto de la Xunta "no cubre las necesidades de los vecinos", y criticar al gobierno popular de no haber mantenido una reunión con ellos , y no actuar a "hechos consumados" que provoca esta situación. Además de recordar que su grupo había planteado la mejora de la iluminación en la zona de la pasarela de Outariz, que comunica la zona de Reza con las termas.

Por su parte, el portavoz de Ourense en Común, Martiño Vázquez, asegura que el proyecto adolece de no tener en cuenta la conexión de las sendas con el entramado urbano y peatones y bicicletas, que han de compartir aceras que en algunos puntos no superan el metro de ancho. Pero lo más grave es que "el proyecto se consumará sin antes haber actuado sobre la circulación rodada en esa carretera, la antigua vía que comunica Ourense con Ribadavia, y que además "no hay ninguna actuación como reducir las velocidades de los vehículos". Y asegurar que la propuesta que se plantea "no atienda una actuación de movilidad" en la que debe prevalecer la seguridad de las personas por encima de otra cuestión.

Eso llevó al portavoz de Ourense en Común a asegurar que "el alcalde tiene que actuar como mediador de los vecinos de Reza ante la Administración autonómica antes del trámite de alegaciones", y reclamó que "los reciba y, lo que es más importante, tenga en cuenta sus reclamaciones". Y dejar claro que en estos casos "son más importantes las personas que las infraestructuras, sobre todo cuando hay otras alternativas".

La realidad es que esa senda ciclista y peatonal que va realizarse por la OU-402, en Reza, discurre paralela a las viviendas, lo que supone que unas 43 casas se van a ver afectadas y quedarán casi sin espacio entre las viviendas y la mencionada senda, al tiempo que se van a encontrar con ciclistas y peatones circulando directamente cuando abran la puertas de sus viviendas para salir a la calle, como explicaron ayer.

Aunque la situación dijo no causar sorpresa a los dos portavoces, que no dudaron en hacer referencia a la "incapacidad" de mostrada por el gobierno popular en la ejecución del plan de inversiones, que según el informe emitido por el interventor "ni siquiera llegó al 5%" de una montante de inversión total de 12,8 millones de euros.