La estadística dice que en la provincia de Ourense cada 3 días se comete un delito de robo con violencia o intimidación, un atraco. Entre enero y diciembre del año pasado, según el Ministerio de Interior, las fuerzas de seguridad investigaron 106 casos. En 2016 el número de atracos registrados fue de 107. Con la Guardia Civil estrechando el cerco sobre los implicados en el atraco a tiros en una gasolinera de Ribadavia, la noche del 10 de abril, a los investigadores de la Policía Judicial se les acumula el trabajo. Dos individuos de unos 30 años que se hicieron pasar por revisores de la luz atracaron el jueves por la mañana a una mujer de 88 años, en su domicilio de Palacio de Soutomaior, en el municipio ourensano de Taboadela. La golpearon; la señora sufrió lesiones con un pronóstico inicial leve.

A la casa de la víctima se llega por distintos caminos y el núcleo está cerca de la nacional N-525, una vía de escape rápida para los delincuentes. Según la octogenaria, los dos individuos se dieron a la fuga tras el robo en un coche pequeño. Echó en falta 600 euros en efectivo además de joyas de oro.

Los ladrones se presentaron a las 11 de la mañana del jueves en la casa de la mujer. Le dijeron que venía de una compañía eléctrica para revisar el contador de la luz. Mientras uno hablaba con ella y la entretenía, el segundo individuo rebuscaba en el domicilio. La situación se puso violenta cuando la señora sorprendió al intruso abriendo cajones. Los hombres agredieron a la octogenaria propinándole puñetazos en la zona del pecho.

La mujer fue atendida en el centro de salud de Taboadela por unas lesiones leves. Más allá del daño físico infligido por los atracadores están los nervios y el miedo que causaron a la víctima.

Los atracos en el rural de Ourense vuelven al foco como motivo de preocupación.