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Los placeros tendrán dos meses para adaptar locales en el edificio provisional de la Alameda

Ayer iniciaron las labores de toma de medidas para la preparación de los cuarenta puestos, cuyo coste medio para cada comerciante será de 30.000 a 50.000 euros

Interior del edificio realojo, con mostradores ya instalados para puestos de pescadería. // Iñaki Osorio

Los comerciantes de la Plaza de Abastos de As Burgas realizaron ayer su primera entrada oficial al edificio de realojo provisional, en el que estarán mientras se realice la obra de rehabilitación integral del mercado de abastos número 1 de la ciudad, para iniciar la toma de medidas y preparación de los proyectos de adaptación de los puestos -más de 40- con los que cuenta este edificio provisional de la Alameda de Concejo.

El convenio firmado con el Concello de Ourense les otorga un plazo de dos meses para poder culminar las obras de adaptación de todos los puestos que tienen asignados y culminar el traslado al edificio provisional. Un plazo que empezará a contar, según los placeros, cuando el ayuntamiento consiga, en cuestión de días, dar de alta la luz que aún sigue como luz de obra, explican.

Esta primera visita ayer les dejó claro que "estamos ante el edificio provisional de un mercado de abastos más bonito que se ha hecho en Galicia; lo hemos verificado después de visitar otras obras similares" indica el presidente de la Asociación de Comerciantes de la Plaza de Abastos de As Burgas, Emilio González.

El coste previsto por cada placero para adaptar su local, oscilará según los metros cuadrados que le hayan tocado a cada uno, entre 30.000 y 50.000 indica el presidente. Una inversión importante pero que se s verán en parte amortiguada por la decisión del Concello de condonarle el pago de tasas en tanto dure el periodo de estancia en este edificio provisional.

Los placeros consultados están convencidos de que aún cuando la obra de remodelación del edificio oficial del mercado de abastos pueda demorarse, dado el estado del proceso administrativo al menos cuatro años, "esta ubicación provisional puede ser buena para nosotros, pues una instalación de estas características con todos los puestos repartidos en una sola planta y con un parking para estacionar debajo al que se accede directamente, creemos que va a atraer aún más a los clientes que el antiguo edificio en el que nos encontramos actualmente y facilitará la compra a los consumidores.

Entre los compromisos que deben cumplir los placeros, ahora que comienzan con el diseño de sus puestos, está el de no exceder entre mercancía e instalaciones los 650 kilos de peso por metro cuadrado, al haber debajo un parking subterráneo. No obstante Emilio González advierte de que la obra pasó los test de carga, y ese limite máximo de 650 kilos por metro es muy difícil de alcanzar.

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