| Un nuevo desprendimiento en la N-120 (ya limpio en la imagen) movilizó ayer a los operarios del servicio de carreteras. La caída de piedras sobre la calzada en las inmediaciones del ramal que conecta con la carretera de Santiago, en Ourense, obligó a los conductores a circular con precaución. Un carril en el km 555, próximo a Os Peares, sigue cortado tras el derrumbe registrado el pasado sábado 7.