El estudio de la Comisión de Investigación de Accidentes Ferroviarios (CIAF) sobre el descarrilamiento del tren "Celta", que ocurrió en septiembre de 2016 en Porriño, acumula retraso. Aunque el reglamento de este organismo señala que sus técnicos deben presentar un informe detallado antes de que se cumpla un año del suceso, sus responsables admiten que tardarán en finalizarlo. Su objetivo es de hecho tenerlo listo "antes de agosto", casi dos años después del siniestro. La CIAF estudia incidentes ferroviarios desde hace 10 años y está adscrito a la Subsecretaría de Fomento.

Esa demora convierte al descarrilamiento del tren Vigo-Oporto en el suceso más antiguo que analiza en este momento la CIAF. Según figura en su web oficial, la comisión mantiene a día de hoy 14 "investigaciones en curso". La última se corresponde a un incidente que ocurrió en julio de 2017 en Soria, en la línea Madrid-Barcelona, sin heridos ni muertos. Poco después del descarrilamiento del tren "Celta" -a finales de septiembre de 2016- ocurría otra salida de vías, en Asturias, cuyo estudio mantiene también abierto la comisión. De los 14 sucesos investigados, tres ocurrieron en 2016 y hay media docena que sucedieron hace más de un año.

El descarrilamiento de Porriño no es solo el que acumula más tiempo de estudio. Es además el más grave de los 14 analizados. El accidente se saldó con tres muertos -el maquinista, el interventor y dos pasajeros- y 48 heridos, 13 de ellos con lesiones graves.

De los restantes incidentes que analiza la CIAF solo hay uno que haya dejado un número de heridos equiparable: el choque contra una topera que protagonizó el 28 de julio de 2017 un tren de Rodalies en una vía de la estación de Barcelona-França. El suceso causó graves daños a la locomotora y dejó 54 heridos, aunque solo uno de ellos sufrió lesiones graves. A diferencia del accidente del tren Vigo-Oporto, no hubo ningún fallecido.

Hasta febrero la CIAF mantenía abierta las pesquisas sobre un accidente anterior al de Porriño, un conato de colisión ocurrido en Barcelona en mayo de 2016 que no dejó ni víctimas ni daños materiales. La CIAF publicó el informe definitivo sobre el caso -un documento de 43 páginas- hace casi dos meses. El 22 de marzo emitía un nuevo estudio sobre un incendio que causó alarma en noviembre de 2016 en un tren en Valencia.

Con sus informes, la CIAF persigue dos grandes objetivos: aclarar las causas de cada incidente y formular recomendaciones para evitar, en la medida de lo posible, que se repitan. "La investigación técnica tiene como finalidad determinar las causas del accidente y el esclarecimiento de las circunstancias en las que se produjo, emitiendo recomendaciones en su caso, con el fin de incrementar la seguridad en el transporte ferroviario y favorecer la prevención", apunta la comisión antes de aclarar que, "en ningún caso", sus pesquisas buscan señalar "la responsabilidad" del suceso. También insiste en la "plena independencia" con la que opera.

En su presentación, el organismo aclara que toda esa labor se plasma después en un informe final que debe publicar en un período "lo más breve posible". O, "en todo caso, en el plazo máximo de 12 meses desde la fecha del suceso", recalca. Si los técnicos consideran que es necesario, en sus páginas deberán incluirse además las recomendaciones de seguridad.

La CIAF acaba de recibir los resultados de la simulación virtual que había encargado para disponer de más datos del descarrilamiento de Porriño. Ahora deberá analizar sus conclusiones y completar el estudio. El único material a mayores que podría recabar -explican- son más testimonios. El organismo espera tener el informe definitivo "antes de agosto", aunque reconoce que antes de hacerlo público deberá presentárselo a las diferentes partes implicadas.

Sus técnicos no esperan en cualquier caso encontrar más datos relevantes, ya que hasta la fecha todos los que han ido recabando señalan en la misma dirección: descartan cualquier fallo en la maquinaria, las vías o señales y apuntan a que el tren "Celta" descarriló debido a un fallo del maquinista. Ante el retraso que acumulaba el informe, en septiembre la CIAF emitió un breve documento en el que explicaba el avance de sus pesquisas, pero sin conclusiones.

En paralelo a la labor de la CIAF avanza la del juzgado de Porriño que lleva el caso. A día de hoy espera por el informe que deben elaborar los peritos judiciales y avanza en los trámites con los perjudicados por el accidente, que afectó también a turistas extranjeros.