Un septuagenario vecino de Trasmiras se enfrenta a una acusación de intento de asesinato por el que la Fiscalía ha solicitado una pena de 10 años de prisión. Le acusa de casi matar a golpes a su primo, al que atacó por la espalda, de forma sorpresiva y con clara intención de causarle la muerte. Así lo recoge la fiscal en su escrito de acusación, en el que además de la pena de prisión solicita la prohibición de que el acusado, L.R.A., se aproxime a menos de 500 metros de la víctima o se comunique con ella durante 12 años.

Ambos estaban enfrentados por un conflicto de lindes y sus diferencias habían sido objeto de otra causa judicial. El 8 de marzo de 2016, la víctima salió de su casa a las 12.00 horas y cuando se disponía a coger su furgoneta, que se encontraba aparcada a la entrada del domicilio, fue abordado por el acusado. Según el relato recogido por la fiscal en su escrito, "de manera sorpresiva y evitando cualquier posibilidad de defensa de la víctima", L.R.A. se dirigió a él por la espalda, "con un claro animus necandi".

Al escuchar a su agresor decir "voute matar", el hombre se volvió y el acusado "le golpeó fuertemente con una pala en la cabeza". El golpe lo tiró al suelo.

Tendido y "totalmente indefenso", recalca la fiscal, el acusado "le golpeó nuevamente y en repetidas ocasiones" mientras reiteraba su intención de acabar con su vida, siempre según la versión de la Fiscalía: "Eite matar, hai que che dar na cabeza para que aprendas".

En ese momento salió la esposa de la víctima de la vivienda, que al observar lo que estaba sucediendo recriminó a L.R.A., que finalmente abandonó el lugar de los hechos.

A consecuencia de la agresión el hombre sufrió graves lesiones por las que fue asistido en el Hospital de Verín y el CHUO, con ingreso en la UCI y posteriormente en planta, así como diversas consultas externas y rehabilitación privada. Según consta en el escrito, la víctima invirtió en su recuperación 312 días de perjuicio personal básico y 308 días de perjuicio personal particular, 4 en grado muy grave, 7 en grado grave y 297 en grado moderado.

Asimismo le restaron importantes secuelas que afectan a su vida normal hasta el punto de que no puede realizar alguna de las actividades de desarrollo personal que efectuaba habitualmente, ni de su profesión.

Por este motivo, la responsabilidad civil que reclama la Fiscalía es elevada: 26.000 euros por las lesiones y 100.000 por las secuelas, además de 15.505 euros al Sergas por los gastos de asistencia médica.