La Consellería de Cultura, Educación e Ordenación Universitaria invertirá 104.362,5 euros en la reparación de las cubiertas de la iglesia y del ala oeste del convento de San Francisco, en Ribadavia. Precisamente el DOG publicaba ayer la formalización del contrato de obras, que tiene un plazo de ejecución de tres meses.

Con esta actuación se pretende reparar los daños en las edificaciones que conforman el conjunto del convento de San Francisco, ocasionados por las filtraciones de agua. Los trabajos contemplan la renovación de la cubierta de la iglesia con la colocación de nuevo entramado de madera, lámina impermeable, placas de fibrocemento y cubrición de tejas cerámicas curvas rojas. En el caso de las estancias adyacentes, se limpiarán, se renovará o repararán los canalones y bajantes en mal estado, se repararán los remates de encuentro lateral de faldón de las tejas con los paramentos laterales y se substituirán las tejas rotas o dañadas.

Cabe recordar que el lugar que ocupa actualmente el convento franciscano de Ribadavia recibía antiguamente el nombre de Santiago de Alén, por motivo de la capilla o iglesia medieval, albergue u hospital de peregrinos que se menciona en los documentos del siglo XIII. Las primeras construcciones del convento de San Francisco en Ribadavia datan de finales del siglo XVI y principios del XVII, aunque sufrió ampliaciones hasta completar su configuración actual.

De la iglesia conventual destaca su torre barroca con balconcito, la bóveda de cruzaría, y el altar churrigueresco. Además, se puede contemplar parte del coro antiguo oxival (siglo XV) de la catedral de Ourense. Del convento anexo se conserva el claustro de los siglos XVII-XVIII, el portalón de medio punto de entrada y la escalera que formaban parte del antiguo convento situado en Santa Marta en el siglo XIII. A comienzos del XIX se convirtió en la tercera comunidad en importancia entre los conventos franciscanos de Galicia. En el año 1835 tuvo lugar la exclaustración hasta que, el 26 de abril de 1915, retornaron de nuevo los franciscanos. Los últimos frades marcharon a finales del siglo XX y actualmente no hay comunidad monástica.