La prórroga del contrato del servicio de recogida de basura con la empresa Recolte será una realidad en las próximas semanas. La relación contractual entre la Mancomunidade do Morrazo y la concesionaria del servicio expira en el mes de mayo y según el contrato suscrito hace ahora una década se recogía la posibilidad de ampliarla un año más. Que el contrato se va a prorrogar es una realidad indiscutible, pero lo que está por ver son las condiciones. La empresa ha pedido al ente supramunicipal la inclusión de una partida de 300.000 euros que debe estar destinada a la conservación y mantenimiento de la flota de camiones del servicio, que ya acumulan años y miles de kilómetros. La Mancomunidade aún no ha respondido a esa petición, pero lo que sí ha hecho es solicitar un informe técnico para verificar si la demanda de Recolte es ajustada o no.
El alcalde Cangas y presidente de turno de la Mancomunidade, Xosé Manuel Pazos, apunta que el coste del contrato del servicio experimentará una reducción de costes puesto que a estas alturas la compra de los camiones con los que se realiza la recogida ya está amortizada. Pero también hay otra lectura: esa flota acumula un importante desgaste por el uso y los kilómetros recorridos, con lo que a juicio de la empresa se incrementa también el riesgo de posibles problemas técnicos y averías. Por ello solicita la inclusión de 300.000 euros para su conservación. "Ata agora non existía unha partida específica para este concepto. Nós non estamos en condicións de valorar se o que solicita a concesionaria é acaído ou non, por iso encargamos un estudo a unha enxeñería técnica para que nos asesore", explica Xosé Manuel Pazos. La ingeniería seleccionada para este contrato menor es Lagares y se espera que en los próximos días presente su informe, en base al que la Mancomunidade do Morrazo tomará una determinación.
No es el único asunto pendiente que tiene la Mancomunidade do Morrazo encima de la mesa. La prórroga contractual con Recolte es un hecho porque no hay tiempo material para cualquier otra solución alternativa, pero esa extensión del contrato solo puede ser por un año. Por ello los ayuntamientos tienen que decidir cómo será la futura gestión del servicio de recogida y tratamiento de los residuos sólidos urbanos a partir de mayo de 2019. El ente supramunicipal licitó para ello un contrato de asesoramiento con una consultora especializada, cuyas conclusiones deben servir para dar forma al futuro pliego de contratación del servicio, en el que se quiere potenciar el tratamiento de los residuos orgánicos para convertirlos en compost.
Ese contrato está pendiente aún de adjudicar porque las dos empresas que presentaron las mejores ofertas podrían incurrir en una baja temeraria, según los técnicos. Una de las aspirantes ya ha justificados debidamente su oferta económica, según apunta Xosé Manuel Pazos, y ahora solo resta que aporte una serie de documentación complementaria acerca de su solvencia técnica y económica para poder rubricar la adjudicación del contrato.
