El hombre que asaltó un supermercado de la avenida Otero Pedrayo de Ourense el 11 de enero de 2017 sembrando el pánico en el barrio de As Lagoas aceptó ayer una condena de un año y once meses de prisión por los delitos de tentativa de robo con intimidación con instrumento peligroso y en establecimiento público, atentado y tenencia ilícita de armas.

El caso llegó ayer al Juzgado de lo Penal 1 y se resolvió por conformidad de las partes. El acusado, Carlos E. G. I, de 35 años, aceptó su responsabilidad y la Fiscalía, que inicialmente solicitaba tres años y medio de cárcel, rebajó su petición, a la que se adhirió también la acusación particular que representa a Mercadona.

Atendiendo al trastorno psicótico con afectación grave que padece el acusado y que se recoge en el relato de hechos probados, la juez acordó la suspensión de las penas de prisión impuestas durante el plazo de tres años, condicionada a que el encausado continúe el tratamiento médico que sigue en la actualidad, tal y como acredita el informe del CHUO con fecha del 25 de enero de este año que la defensa presentó ayer. Asimismo, la suspensión de la pena dependerá también de que el encausado siga sometido a la custodia familiar, en particular, de su madre.

La sentencia detalla los hechos ocurridos el 11 de enero de 2017 cuando la entrada de Carlos E. G. I. en el Mercadona de As Lagoas a las dos de la tarde desató un episodio pánico que duró siete minutos desde que el asaltante accedió al establecimiento portando una escopeta que disparó seis veces sin herir a nadie hasta que fue detenido por agentes de la Policía Nacional.

Según detalla la sentencia, accedió al supermercado con la escopeta en la mano y una mochila a la espalda. Sin más empezó a detonar el arma sembrando el pánico entre el personal y los clientes que se encontraban en eso momento en el establecimiento. Empezaron a correr "atemorizados", hace constar la juez, unos para salir del local y otros para esconderse. El miedo fue creciendo entre los que se encontraban allí cuando el individuo recorría los pasillos. En el lineal de las bebidas recargó el arma y volvió a realizar dos disparos apuntando al techo. A continuación, con la escopeta rompió numerosas botellas que esparcieron el líquido por el suelo. Fue en ese momento cuando intervino un agente de policía que sacó su arma y encañonó al asaltante advirtiéndole: "suelta lo que llevas en la mano, soy policía". El individuo hizo caso omiso, cerró la escopeta y se dirigió a la frutería, donde disparó contra el cartel anunciador que colgaba del techo y acto seguido se giró apuntando al agente, que decidió abandonar el lugar. En ese momento se produjo una nueva detonación que impactó contra el cristal de la entrada cayendo los cristales cerca del policía sin que resultase lesionado.

En la zona de cajas, ya en el acceso principal, dejó el arma abierta en una de las cintas, encendió un cigarrillo y se comió un par de plátanos. Antes de ser detenido cogió varios billetes de una de las cajas.

La escopeta era propiedad de su padre y estaba en perfecto estado de conservación, careciendo el encausado de licencia para portarla. Efectuó un total de seis disparos pero llevaba más munición encima. La mochila con la que entró al Mercadona contenía una caja con 9 cartuchos y una botella de plástico con gasolina. Además, en los bolsillos delanteros del pantalón llevaba otros dos cartuchos y un mechero. En cuanto al dinero, se le ocuparon 1.230 euros.

La sentencia hace constar que el trastorno psicótico provoca en el encausado una "afectación grave de la capacidad de comprensión y de actuación en relación con los hechos".

En detalle, la pena impuesta es de ocho meses de prisión por tentativa de robo con intimidación e instrumento peligroso en establecimiento público; un año de cárcel por atentado contra agente de la autoridad empleando instrumento peligroso, y tres meses y un día más de privación de libertad por la tenencia ilícita de armas. Asmismo, ha sido condenado por los daños ocasionados en el local a una multa de 450 euros. Dichos desperfectos en el mobiliario y los enseres asciende a 3.983 euros, cuantía que se ha fijado como responsabilidad civil a favor de la empresa perjudicada, que también recuperará el dinero sustraído de la caja y que se encontraba bajo consigna judicial. La condena incluye que no podrá entrar a ningún Mercadona de Galicia durante un período de tres años.