La Guardia Civil interceptó tres días seguidos a M.R.B., un conductor reincidente, vecino del municipio ourensano de San Cristovo de Cea y de 58 años de edad, que fue sorprendido en todos los casos bajo la influencia de las bebidas alcóholicas. Según fuentes de Tráfico, su vehículo fue retirado y está en depósito a disposición del juez.

Sobre las 20,25 horas del lunes 19 de marzo, el 112 se puso en contacto con la Central Operativa de Tráfico del Subsector de la Guardia Civil de Ourense para alertar de la presencia de un Peugeot 206 que circulaba “en zig-zag” por la carretera OU-504 (Ribadavia-Cea). Se pasó aviso de inmediato a las patrullas de servicio que se encontraban por la zona para que tratasen de localizar el vehículo.

El conductor fue interceptado y “ante los evidentes síntomas que presentaba” de poder ir bebido, una patrulla de la Agrupación de Tráfico le realizó la prueba de alcoholemia. Dio en los dos controles un resultado de 0,64 miligramos de alcohol por litro de aire espirado, una tasa que está considerada como delito contra la seguridad del tráfico.

Los agentes se dieron cuenta de que se trataba de la misma persona que el día anterior había protagonizado unos hechos similares, tras ser visto el domingo haciendo eses por la nacional N-525 en sentido a la ciudad de Ourense, en cuyas inmediaciones fue interceptado, dando positivo en alcohol.

Tres días seguidos se comportó de la misma manera este conductor de Cea. La Guardia Civil de Tráfico informa de que a las 22.50 horas del martes esta misma persona volvió a ser interceptado cuando conducía de manera irregular. Dio un resultado de 0,83 mg/l en la prueba de alcoholemia, lo que supone más del triple del máximo permitido para la mayoría de conductores (0,25 en aire).

Ante este caso de reincidencia, se han iniciado actuaciones administrativas para la posible revocación del permiso de conducción, por “unos hechos que, a priori, evidencian una pérdida de las facultades psicofísicas para conducir”. Por parte del Subsector de Tráfico de la Guardia Civil de Ourense se agradece a todos los alertantes la colaboración prestada “porque han impedido que este conductor hubiese provocado un siniestro vial con fatales consecuencias. Cada vez más personas avisan de la presencia de conductores potencialmente peligrosos circulando por las carreteras. Una simple llamada telefónica puede salvar vidas”, subrayan las autoridades.

Este tipo de infractores se enfrentan, por cada uno de los delitos, a la posibilidad de una pena de prisión de 3 a 6 meses, multa de 6 a 12 meses o trabajos en beneficio de la comunidad de 31 a 90 días, así como a la privación del derecho a conducir vehículos a motor o ciclomotores desde un mínimo de 1 año y 1 día a 4 años. Además, la autoridad judicial puede decretar el comiso del vehículo cuando el infractor haya sido condenado por delitos contra la seguridad vial, al menos en tres ocasiones en un año.