Fernando, de 6 años, va a clase caminando todos los días. María, de la misma edad, riñe a su madre por llevar el coche a la misma puerta del trabajo. La niña viene a pie. Lucas vive lejos de la escuela y el vehículo es lo más cómodo para acortar horarios, siempre exiguos en la rutina de hoy en día. Su padre se detiene en la línea amarilla para dejarlo en el umbral del colegio, y él se lo afea. Otras dos compañeras de la misma edad que los anteriores se suman al corro con el periodista: ellas llegan en un vehículo compartido con otros niños del cole. En los Salesianos, un colegio que en cada jornada lectiva registra un trajín de vehículos yendo y viniendo, unos 150 estudiantes de 5 y 6 años participan en un programa de movilidad sostenible para aprender que otra forma de desplazarse es posible y, a su vez, cambiar la mentalidad de sus progenitores.

Son 76 alumnos de aproximadamente 6 años de los tres grupos de Primero de Primaria, y otros 72 de unos 5 años de Sexto de Infantil, el último curso de ese nivel.

Ayer finalizaron su participación en el "Juego de la serpiente" -pegaron en un mural los objetivos que han alcanzado con la actividad-, un programa educativo que lleva a cabo la Dirección General de Tráfico (DGT) en varios centros escolares para promover hábitos saludables de los alumnos y una movilidad sostenible y segura. Los niños aprenden nociones de seguridad vial y ponen en práctica consejos para dejar el coche a un lado en su día a día, mediante el camino escolar, los desplazamientos a pie, en bicicleta o patinete.

En la provincia de Ourense hay seis centros en los que está implantada esta actividad. Además de Salesianos, el único colegio de la ciudad que ha pedido adherirse a la iniciativa por ahora (en 2017 fue premiado por otra iniciativa educativa dentro del "Concurso anual de proyectos de educación vial" de la Dirección General de Tráfico), el programa de movilidad sostenible también se aplica en dos centros escolares de Xinzo de Limia, otros dos de Barbadás y uno de Allariz.

Los estudiantes mostraron ayer sus conocimientos y, muchos de ellos, sus destrezas con el patinete en un ensayo sobre cómo moverse que hicieron ante los periodistas en el pabellón del colegio, a cubierto de una mañana inclemente en la que la lluvia apenas dio tregua.

En la jornada de conclusión de esta iniciativa de movilidad sostenible estaban presentes las profesoras de cada curso, la coordinadora de estudios de Educación Infantil y Primaria del centro, Rosa Santos, el director de Salesianos, Lupicinio Peña, así como autoridades en el ámbito de la seguridad vial.

Acudieron el responsable provincial de la Dirección General de Tráfico, David Llorente; la subjefa de la demarcación, Andrea Conde; Sinda Aguiar, experta en la iniciativa como coordinadora de Educación Vial de la Jefatura de Tráfico; así como el subdelegado del Gobierno en Ourense, Roberto Castro.

La educación vial en las aulas para instruir a futuros conductores responsables. La movilidad sostenible como una medida para luchar contra el cambio climático y reducir el tráfico en las ciudades. El trabajo con los niños porque son motores de cambio en la sociedad. "El objetivo es familiarizar a menores con hábitos de transporte saludables. Rinden más en el colegio si llegan activos de la calle porque han venido, por ejemplo, andando", destaca Llorente.