Neru C., un hombre de nacionalidad rumana, acepta el pago de una multa de 720 euros tras confesar en el juicio que destrozó una máquina tragaperras, molesto porque había introducido mucho dinero sin conseguir ningún premio.

Los hechos ocurrieron a última hora de la tarde del 26 de abril de 2016 en un bar situado en la calle Eulogio Gómez Franqueira, en el barrio ourensano de A Ponte. El acusado provocó desperfectos en la máquina por valor de 1.458 euros. Tendrá que indemnizar con esa cantidad, más intereses, a la empresa de recreativos propietaria.