Uno de los apartados que destacó la autora del estudio fueron los datos referidos al futuro de las pensiones. Un 59% de los encuestados creen que para garantizarlas serán necesarias reformas estructurales que incluyan soluciones a los problemas demográficos.
Es decir darle una vuelta al modelo actual que pase incluso por nuevos modelos sociales. Un 27% confía en que con ajustes y sin necesidad de cambiar el sistema actual puede garantizarse el futuro de las pensiones.
Pero aquí hay diferencias sustanciales pues el 70% de los empleados de la administración pública reclaman esa reforma estructural de modelo de pensiones, mientras que el 40% de los colegiados jubilados no lo tienen tan claro y ven necesaria aplicación de nuevo impuestos para cubrir el déficit actual que pone en riesgo las pensiones.
Finalmente el estudio también detecta una brecha de género o techo de cristal entre los consultados, con 64% de hombres frente a un 36% de mujeres.