Una trama interna en el lugar más insospechado, la comisaría de Policía: anónimos contra otros compañeros, robo de armas del búnker, la muerte de un agente, la detención de dos policías gemelos como sospechosos y hasta 8 investigados de uniforme en tres causas distintas. Ese es el pasado que tiene que despejar el nuevo responsable en Ourense de la Policía Nacional. La estadística en una de las ciudades más tranquilas de España -obviando los hechos estrambóticos que ocurrieron en el seno policial- está de su lado. El apoyo de instituciones lo tiene, aparentemente. Al acto de posesión de Juan Carlos Blázquez Hernández como comisario provincial de Ourense asistieron las principales autoridades civiles, judiciales y de otros cuerpos de seguridad. Estaba hasta el obispo. El mando asume el reto y despeja el pesimismo: "Es un reto mandar esta comisaría, sé que habido problemas pero es momento de hacer un punto y aparte", declaró a los periodistas.

Con 34 años de experiencia en la Policía, sabe que la tarea es exigente. El subdelegado del Gobierno, Roberto Castro, marcó las prioridades en privado, en su primer encuentro, y ayer las reiteró en público, tras destacar a Blázquez como "competente, profesional y con ánimo de vencer retos". "Debemos disipar, de una vez y por todas, cualquier tipo de duda, en colaboración con la judicatura, que pueda quedar latente tras los hechos desafortunados y aciagos que se dieron en los últimos tiempos en esta comisaría, y que por fortuna ya están encauzados y, en breve, clarificados y evidenciados".

Blázquez se temía algo peor leyendo la prensa. "En la comisaría de Ourense se disfruta de una paz y tranquilidad laboral, yo me esperaba una cosa muy diferente. El ambiente es muy agradable y muy profesional, dispuesto a dar respuesta a los retos de seguridad".

Con 3.406 casos descubiertos el año pasado frente a los 3.639 de 2016, la comisaría se anotó una disminución de la criminalidad del 6,4 %, superior a la rebaja en el cómputo global de la provincia. Pero el crimen de Socorro Pérez, cometido en mayo de 2015, sigue sin resolverse. La causa aún se investiga bajo secreto de actuaciones en Instrucción 2. El subdelegado fue rotundo al respecto: "Debemos impulsar la investigación y el esclarecimiento definitivo del caso de Socorro. Son muchas horas y desvelos los dedicados por los funcionarios policiales adscritos al caso. Son muchas las gestiones. Son muchos los datos analizados en la búsqueda de soluciones. Y aún queda trabajo por hacer. Nadie puede quedar impune y la familia de Socorro y la sociedad ourensana en general necesitan que podamos dar respuesta definitiva a ese crimen".

El caso Socorro "sigue vivo"

El comisario deja claro que "esa investigación sigue viva, no está ni mucho menos cerrada. Se sigue avanzando e investigando en aquellas líneas nuevas que puedan surgir y otras ya en marcha. Para la Policía los temas se acaban cuando se resuelven", dijo a la prensa.

Blázquez, madrileño de 59 años, tiene un caudal de experiencia. Dirigió el área de Sistemas Electrónicos, dependiente de la Jefatura de Servicios Especiales, durante 22 años. "Es capaz y lleva muchos años trabajando contra la delincuencia organizada y el terrorismo", subrayó el jefe superior de la Policía en Galicia, Manuel Vázquez. El comisario pedirá apoyo a Madrid para el caso de Socorro -y cualquier operación- si es necesario, como ya hizo recién llegado al mando, cuando solicitó drones con cámara térmica tras la desaparición de una mujer que fue localizada viva, unas horas después.

La Policía afronta, también en Ourense, la lucha contra retos globales como la amenaza terrorista y la delincuencia tecnológica. El jefe superior en Galicia, Manuel Vázquez, abogó por mantener la guardia en alto contra la criminalidad organizada, la trata de personas y delitos contra menores como el sexting o el ciberacoso, cuyo número de denuncias va en aumento. El comisario Blázquez comparte el diagnóstico de las amenazas actuales. Prometió en su discurso oficial trabajo y colaboración con Fiscalía y judicatura, así como coordinación con otros cuerpos de la seguridad ciudadana.