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El temporal cambia el paisaje fluvial en la provincia

La borrasca deja los ríos al límite en Ourense, vientos de casi 157 km/hora y 51 incidencias

Carballeda de Avia volvió a registrar las rachas más fuertes y la lluvia dejó 67 litros de agua por metro cuadrado en Entrimo -En el Támega, en Verín, se retiró el nivel de alarma y el Limia, casi seco hace meses, recuperó su caudal

El cauce del río Limia en Xinzo, ayer, después de meses prácticamente sin caudal. // Iñaki Osorio

Los coletazos de la borrasca dejaron ayer en Ourense las ráfagas de viento más fuertes de Galicia, que alcanzaron casi los 157 kilómetros por hora en Punta Lardeira, en el municipio de Carballeda de Valdeorras, y precipitaciones que, en el caso del municipio de Entrimo, fueron también las más copiosas de Galicia, pues superaron únicamente a lo largo de la jornada de ayer los 67 litros de agua por metro cuadrado.

Pese a todo, el río Támega, desbordado el sábado, en la comarca de Monterrei y en Verín, lo que obligo a activar el nivel de alarma, volvió ayer a la situación de normalidad y se desactivó la alerta. No obstante, todos los cauces a su paso por la provincia, desde el Búbal, al Arnoia, Limia o Sil, presentaba ayer caudales que no se recordaban en los últimos meses.

Colisiones por el temporal

El viento y el agua fueron la causa de más de medio centenar de incidencias, según el servicio de Emergencias del 112 Galicia, sobre todo en la provincia. También se han considerado relacionados con el temporal el accidente mortal sufrido por un joven de Verín, cuando practicaba enduro con su motocicleta en Monterrei, pues se había recomendado no practicar ayer deportes o competiciones deportivas al aire libre. Al agua se debieron también un par de colisiones y salidas de vía en el casco urbano.

Además, otro accidente relacionado con el temporal tenía lugar ayer en la ciudad sobre las 6 de la madrugada cuando un conductor perdió el control de su vehículo y chocó contra un árbol, en la N-525 a su paso por el lugar de O Viso, sin que ninguna persona resultara herida.

La situación generada por la borrasca dejó dos caras bien diferentes y mientras hubo ráfagas de viento y lluvia con temperaturas de hasta 16 grados en la ciudad, en Cabeza de Manzaneda o Punta Lardeira, ambas por encima de los 900 metros altitud, se registraban temperaturas de -2,3 y -1,5 grados respectivamente.

El agua caída ayer alcanzó también ayer un volumen de 60,6 litros por metro cuadrado, en Amiudal, en el municipio ourensano de Avión, el más lluvioso tras el de Entrimo.

Todo ello obligó a extremar la precaución en la mayoría de carreteras provinciales y comarcales y sobre todo cambió la imagen de sus ríos, con un embalse de Velle en Ourense que tuvo que liberar agua para surtir a un Miño que circula muy por encima de sus caudales habituales.

El alcalde de Verín, Gerardo Seoane, señalaba ayer que "el Támega volvió a su caudal sin zonas inundadas pero sí se encuentran encharcadas algunas zonas de labradío", indicó. Este curso fluvial presentaba el sábado un caudal superior al normal, ayer la Confederación Hidrográfica del Duero tranquilizó al señalar ayer e que el caudal era normal.

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