Diez años después de que se presentase en sociedad el que se había convertido en el "proyecto estrella" del entonces gobierno bipartito, PSOE y BNG, en la Xunta, relativo al Plan Territorial Integral (PTI) Val da Rabeda, que comprendía una superficie de dos millones de metros cuadrados de suelo empresarial, así como la construcción de vivienda protegida en una superficie que rodaba el millón de metros cuadrados, el grupo de Democracia Ourensana planteará en la Diputación que se reclame a la Xunta que reactive el proyecto, eso sí, adaptándolo a las actuales necesidades.
Una apuesta innovadora que incidiría en el desarrollo socioeconómico de la provincia, como señala el portavoz de DO, Gonzalo Pérez Jácome, al recordar la presentación del proyecto por el entonces vicepresidente de la Xunta, Anxo Quintana, y el diseñador Adolfo Domínguez, que se había involucrado en el mismo, que se concretó en un protocolo de colaboración. El compromiso, en aquel momento, de la compañía textil era el de aportar 20 millones de euros y la creación de 160 nuevos puestos de trabajo con su nuevo centro logístico.
En el proyecto del Val da Rabeda que comprendía el área situada entre cuatro concellos de la provincia: San Cibrao das Viñas, Paderne, Allariz y Taboadela, la Xunta en aquellos momentos invirtió 10,2 millones de euros para llevar a cabo las expropiaciones de los terrenos necesarios, y que a día de hoy no tiene uso productivo, y solo queda un cartel anunciador, en el que se plasma la inversión prevista que rondaba los 40 millones de euros, que se asumiría con fondos europeos.
Otra de las referencias que se hace del proyecto del Val da Rabeda es que proponía la creación de 400 hectáreas de suelo industrial con la creación de varios polígonos. Uno de los cuales estaría dedicado exclusivamente a la moda, y es en que se pretendía instalar Adolfo Domínguez todo su centro productivo y logístico.
Otro polígono agropecuario y forestal, así como la integración de los polígonos de San Cibrao, el Parque Tecnológico y la Ciudad del Transporte. Además de considerar fundamental un nuevo enlace con la autovía de las Rías Baixas, la A-52, y al mismo tiempo la línea de ferrocarril que liberaría el nuevo trazado de la alta Velocidad.
Pero no es el primer intento para reactivar el plan del Val da Rabeda, ya que como se reconoce por parte de Democracia, en 2012, el propio presidente de la Diputación, Manuel Baltar, llegó a reclamar a la Xunta que se retomase el ambicioso proyecto, pero sin éxito, y los terrenos se encuentran llenos de maleza, y con un cartel sobre la urbanización que nunca se llegó a ejecutar.
Es por eso que ahora DO lo vuelve a recuperar, y esgrime que "nos hacemos eco de las inquietudes existentes en la Confederación de Empresarios de Ourense (CEO), que le habrían mostrado su preocupación por la paralización de esa iniciativa.
Pérez Jácome coincide los la patronal ourensana en que posiblemente se tendrá que reformular ese proyecto inicial, pero es categórico al afirmar que "no puede permitirse la provincia ver como más de 10 millones de euros invertidos en lo que presuntamente pretendía ser terreno industrial, permanecen en el olvido". Y lo que es más grave, el "no poder ofrecer suelo industrial para proyecto de calado".
