A finales de febrero de 2017, el Sergas anunciaba un inesperado cambio de gerencia sanitaria, que suponía el traslado de Eloína Núñez, responsable de la Eoxi de Ourense, para encargarse del clínico de Santiago, a donde se fue llevándose el mismo equipo directivo que había conseguido consolidar en el CHUO después de haber visto cómo en los primeros años se le acumulaban las dimisiones de jefes de servicios. Se fue como huyendo de una casa en llamas y sin inaugurar el nuevo hospital de Ourense. Con igual celeridad se nombró sustituto: Dionisio López Bellido, entonces jefe de Urología del CHUO. Con experiencia como gestor, Dionisio López nunca quiso valorar la herencia recibida, pero prometió "una sanidad pública, gratuita y equitativa para todos", y un "despacho de puertas abiertas". En el acto de ayer, Bellido recibió los aplausos más calurosos, según sus próximo,s que creen que "tal vez aceptó el cargo porque no sabía dónde se metía y se va porque cumplir lo prometido no está en sus manos".