En el servicio municipal de bomberos de Ourense solo hay dos mujeres en una plantilla de 52 profesionales. Cristina Posada, de 41 años, es una de ellas. Ayer acudió a una de las manifestaciones de la huelga feminista. Lleva 18 años siendo bombera y destaca la igualdad de trato de la mayoría masculina. "Estamos moi ben cos compañeiros. Todo é normal e non teño queixa ningunha". En la calle sí ha notado machismo a veces. "Hai de todo entre os cidadáns, incluída xente que por que sexas muller aínda se pregunta que pintas aquí". Con todo, Cristina cree que se ha avanzado en la lucha por la igualdad. "O que pasa é que os cambios, desgraciadamente, van moi lentos".