La polémica en torno a las nuevas infraestructuras de la Alta Velocidad en la ciudad se convierte en una constante, y un ejemplo de ello es la licitación por parte de la Xunta de la obra de la terminal de autobuses integrada en la estación intermodal de Ourense, en A Ponte. La junta de gobierno del Colegio Oficial de Arquitectos de Galicia (COAG) dejaba patente su rechazo, argumentando que "no cumple los objetivos de una movilidad sostenible".

El 13 de junio de 2017, el COAG presentó una alegación al proyecto integrador de la estación intermodal de Ourense, manifestando su posición contraria a la propuesta por no cumplir en absoluto con los objetivos establecidos a priori, y que no eran otros que lograr que todos los medios de transporte implicados en esta actuación se interrelacionen de manera rápida, eficiente y con el menor coste ambiental y económico posible, y el avance de la permeabilidad transversal en el entorno de la actuación, entre los barrios de A Ponte y O Vinteún.

En por eso que, después de analizar el proyecto que se publica para licitar la obra de la terminal de autobuses, y que introduce una serie de variaciones en relación a lo expuesto públicamente, el COAG manifiesta nuevamente su "total desacuerdo con la propuesta realizada", solicitando a las administraciones implicadas -central, autonómica y local- su revisión completa al no resolverse los problemas que señalan las alegaciones.

Propuesta de variación

Las variaciones formuladas al proyecto consisten principalmente en la sustitución de la doble comunicación rodada entre la terminal de autobuses y la calle Eulogio Gómez Franqueira por una única comunicación rodada. Un nuevo diseño de terminal de estación de autobuses, manteniendo su posición. Que pasa por sustituir la doble comunicación rodada por una única, manteniendo el acceso a la terminal de autobuses a través de un lateral del centro de salud, que no incide de manera alguna en el número de vehículos que soportará la calle.

El Colegio de Arquitectos explica que todos los movimientos de autobuses y del resto de vehículos implicados en esa supuesta intermodalidad -salvo el ferrocarril- se siguen realizando a través de esa calle, sin otros viarios alternativos que pudieran canalizar el aumento del tráfico que se prevé , y que "de una manera sencilla se podrían trazar a través de la terrenos propiedad de ADIF". Y concluiye que "esa calle pasará a ser una carretera que ayudará a fragmentar aun más ese espacio urbano".

Para argumentar que esa misma calle, ya saturada en los momentos próximos a la llegada y salida de trenes, se sigue exponiendo, además del tráfico existente en la actualidad, a la entrada y salida de coches a un nuevo aparcamiento subterráneo para 302 plazas, los accesos rodados de taxis y autobuses urbanos y del "aparcamiento rápido" para dejar y recoger a viajeros. Se mantienen "todos los inconvenientes descritos en nuestra alegación, lo que nos permite seguir afirmando que la propuesta expuesta generará graves problemas de movilidad en el entorno de la estación, todo el contrario a lo que determina la Legislación de la Ley de Ordenación del Transporte Terrestre".

En relación a las variaciones incorporadas al nuevo edificio de la terminal, se señala en diferentes apartados del proyecto que la terminal de autobuses debe "mantener la misma estética de cubierta y fachada del edificio de la estación de ferrocarril, cumpliendo así las peticiones realizadas en este sentido por el Concello".

Por tanto y sin entrar en valoraciones arquitectónicas, para el COAG la nueva terminal que ahora se presenta, "lejos de acercar una solución congruente, contribuye a confundir las diferentes aportaciones de todas las épocas existentes, alejándose de una solución que debería de acercar valor, armonía y coherencia al espacio en el que se sitúa".

También aluden a que ADIF cuenta con "decenas de miles de metros ocupados por playas de vías y antiguas construcciones disponibles para la actuación". Y plantean la incorporación de "una mínima parte" de ese espacio, que permitiría resolver la mayor parte de los problemas que detecta el Colegio de Arquitectos.

Sin pretender entrar en ningún tipo de controversia con el Colegio de Arquitectos de Galicia, a los que "agradece" sus aportaciones, el concejal de Urbanismo, José Cudeiro, después de tener conocimiento de su informe, señala que "se trata de opiniones arquitectónicas que por parte del gobierno municipal no vamos a discutir".

Pero deja claro que el proyecto de la Xunta, relativo a la terminal de autobuses, forma parte del proyecto integral de la Inermodal del AVE, "que está redactando un importante arquitecto, como es Norman Foster".

Sostiene Cudeiro que además de "cumplir con todos los requisitos legales", el proyecto está avalado por los informes de los técnicos, y que cumplen los criterios que en su momento se habían establecido. Una alusión directa a que se pueda contar con una estación intermodal "cómoda y de rápida comunicación, así como de accesibilidad para todos".

También rechaza que no exista esa permeabilidad a la que alude el Colegio de Arquitectos, y el edil de Urbanismo hace referencia a que en el proyecto se contempla una pasarela y un nuevo vial que permiten la comunicación entre los barrios de la ciudad, el de A Ponte con el de O Vinteún.

Por su parte, la Consellería de Infraestructuras e Vivenda de la Xunta advierte que el proyecto de la "obra de la terminal de autobuses integrada en la estación intermodal de Ourense" forma parte del proyecto integrador aprobado por unanimidad por la comisión de Urbanismo, el día 29 de noviembre de 2017, en la que participó el COAG, por lo que considera su postura "poco congruente". Y rechaza la supuesta saturación de la rúa Gómez Franqueira.