La Asociación Animalista Libera y Fundación Franz Weber censuran el acto del alcalde de Leiro, José Fernández Pérez, por un bando en el que dice fomenta la comisión de una infracción grave de la Ley de Bienestar Animal. Creen que no se ha leído la normativa sectorial vigente ya que en el punto primero del documento insta a mantener "atados" a los perros en fincas o viviendas, cuando la propia normativa prohibe de manera expresa el encadenamiento continuado de animales, calificando esta conducta como una infracción de carácter grave, con sanciones de entre 501 y 5.000 euros, además de suponer una clara intromisión en la privacidad del domicilio y en el bienestar de los animales al exigir atar a un animal en una vivienda.

Los animalistas señalan que el alcalde ha demostrado con un bando de escasa extensión su completo desconocimiento de la Ley, levantando una ola de críticas a través de las redes sociales y la petición oficial de retirada del mismo por parte ambas organizaciones que han registrado ya sendos escritos ante la Dirección Xeral de Patrimonio Natural, dependiente de la Consellería de Medio Ambiente, y la Valedora do Pobo, exigiendo la supresión del mandato al contener "una incitación para cometer infracciones de la propia normativa autonómica sobre protección de los animales, y fomentar una mala convivencia entre vecinos".

Las entidades en defensa de los animales critican el abusivo desconocimiento del gobierno municipal a la hora de desarrollar bandos como el descrito, donde también se pide pasear a los animales con bozal, cuando ni la normativa ya derogada ni la actual exigían la colocación del mismo, con excepción de determinadas razas de cánidos cuya obligación se deriva de Real Decreto estatal de 1999.

FFW y LIBERA! se preguntan cuándo el Concello de Leiro piensa desarrollar campañas para prevenir casos de maltrato y abandono, en lugar de evidenciar su escaso interés por el bienestar de los animales.

Sobre esta queja el alcalde apunta que todo se debió a un "defecto de expresión", ya que lo que se quería indicar era que anduvieran atados por la calle y no en la vivienda. Y tan pronto se constató el error se retiró el bando colocando otro con una nota de rectificación. Apunta que sí se advierte que los que anden sueltos se llamará a la perrera para que los recoja, ya que destaca el malestar general que hay por la presencia de excrementos por las calles.