Después de la polémica suscitada, tanto antes como una vez se tuvo conocimiento de los resultados de las mediciones realizadas, la preocupación sigue muy latente entre los trabajadores municipales que desarrollan su actividad en los centros donde se detectaron niveles superiores a los establecidos por gas radón. En cuanto a las medidas, el concejal de Ourense en Común, Miguel Doval, asegura que "a nosotros -por su grupo- nos enviaron a la última planta", ya que la oficina se encuentra en los sotanos del concello, y en cuyo local debido ese alto nivel de radón.

Y añade que en estos momentos "estamos a la espera", en alusión a que por parte del gobierno popular se solicitó un presupuesto a una empresa para adoptar las medidas que se recomiendan para evitar ese grado de concentración de radón. Y hace referencia a la que se planteaba como una solución inmediata, que es la "ventilación forzada" para que no se produzca ea concentración. Se trataría, por lo tanto, en una empresa especializada, según los datos de que dispone Doval, aunque insiste en que reclamará más información en la junta de área correspondiente.

Se trata de "resolver un problema que existe y es grave", se advierte desde OUeC, y que no admite más dilaciones, como sucedía con todo el proceso para llevar a cabo las mediciones.