Para calentar motores, Celanova ha tomado el relevo carnavalesco con la celebración del Venres de Gárgolas -caretas inspiradas en la iconografía del monasterio de San Rosendo, reproducida por un taller de empleo que se está desarrollando en la villa y el colegio Sagrado Corazón-, que ha dado paso a la décima edición del Sábado de Piñata, en el que desfilaron unas 2.000 máscaras, integradas en 22 comparsas y 23 grupos, además de parejas y participantes individuales.

El poder de convocatoria que tiene el Entroido ourensano es innegable. En esta edición se han incorporado por primera vez a la celebración del Sábado de Piñata de Celanova comparsas y grupos de Arbo y Salceda de Caselas, que se han sumado a las de Crecente y Tomiño, que ya habían participado en otros desfiles. Esa fue la aportación de la provincia de Pontevedra. Pero también ejerce un notable magnetismo sobre otras zonas de la provincia de Ourense, que cuentan con sus propias celebraciones, como es el caso de Dacón, Maside, O Carballiño, Ourense, Bande y Verea, además de la comarca Terras de Celanova, que se vuelca en el desfile con comparsas de hasta cien personas.

Iniciaron el recorrido a las cinco de la tarde, en la Pedra da Moa, para proseguir por la avenida Miguel Ángel Blanco, Emilia Pardo Bazán, Praza Maior, rúa Fernández Losada, Encarnación, avenida de San Rosendo, Celso Emilio Ferreiro, Pardo Bazán de nuevo y Praza Maior, donde ha concluido a las 19,30 horas.

El alcalde, José Luis Ferro, y la concelleira de Cultura, Ana Fernández, destacan que el Sábado de Piñata "está consolidado y cada vez va a más", como evidencia el número de participantes. "El año pasado se inscribieron 35 comparsas y grupos, y este año fueron 48".

El Sábado de Piñata contó con 22 comparsas, que oscilaban entre las 15 y 100 máscaras; 23 grupos de hasta 14 integrantes, y el resto corresponde a parejas e individuales, hasta alcanzar los 58 inscritos. El Concello de Celanova repartió 2.800 euros en premios. El primero, que le correspondió a "Ciclón" de Tomiño, está dotado con mil euros. El segundo, de 500 euros, fue para "Dacón en Venecia".

Tras la celebración del Venres de Gárgolas -en el que pudieron verse 30 máscaras diferentes-, con el que el Concello pretende apuntalar la traca final del Entroido en Celanova, un grupo de personas que cubrían su rostro con caretas que reproducen la iconografía del monasterio abrieron el desfile del Sábado de Piñata.

El Obradoiro de Emprego de Celanova se encargó de confeccionar máscaras, a base de pasta de papel, que luego sometieron a un proceso de endurecimiento con cola, inspiradas en los sistemas de desagüe de las cubiertas del monasterio. Este proceso complementa el realizado por el Colegio Sagrado Corazón de la villa, que también ha reproducido caretas. Todas ellas están inspiradas en la iconografía del monasterio, pero dando margen a la creatividad, por lo que han surgido nuevas figuras, difíciles de diferenciar de las que siglos antes fueron talladas en piedra.