Desde el miércoles 7 de febrero, los funcionarios de justicia gallegos están en huelga indefinida. Con una nueva reunión a la vista el lunes con la Xunta, en busca de un acuerdo, casi 300 juicios han sido suspendidos desde el inicio de la protesta para reclamar al gobierno gallego una subida que compense las pérdidas de los últimos años y los equipare con otras comunidades, así como una mejora de sus condiciones que termine, por ejemplo, con la merma salarial del 50% hasta el tercer día, en caso de una enfermedad tan común como la gripe, y del 25% hasta el vigésimo.

Ayer, en la octava jornada de paro, participó el 91,2 % de los funcionarios mientras que 22 personas decidieron hacer su jornada laboral, según datos del comité de huelga. Un día más se paralizó casi toda la actividad en el edificio de O Couto, retrasando todavía más vistas, trámites y ejecuciones. Este viernes quedaron suspendidos, hasta nuevo señalamiento, 21 juicios y tampoco se pudieron celebrar 5 declaraciones.