Querida, estimada y apreciada vida. Así comienza la carta de amor ganadora del certamen convocado por el Concello de Ourense con motivo de la celebración de San Valentín. La remite una niña de 12 años alumna de 1º de ESO en el IES Blanco Amor que aprovechó el concurso para advertirle a la vida que, pase lo que pase, no podrá robarle su sonrisa.

Sensibilizada con el problema del acoso escolar, María Rey Fernández decidió poner voz a los que reciben burlas o insultos y transmitirles fuerza a través de una carta de amor. No pensó que su mensaje ganaría el primer premio y se leería en el salón de plenos de ayuntamiento, pero ahora que ha pasado se siente orgullosa del altavoz que ha logrado para su advertencia a la vida cuando esta "se rebela". María habla en su relato del paso de la "cara divertida" a la "otra cara", llena de "desprecios, de egoísmo y de desilusiones. De críticas, de comparaciones, de burlas...", escribe.

En su carta, escrita en gallego, hace referencia al "barullo" que trae consigo la adolescencia y reprocha a la vida que tras los años "completamente felices" de la infancia, a veces se vuelva "injusta y difícil". Le pide por ello que siga enseñando la cara amable y le agradece "todo lo bueno" que da, cada cosa que le descubre, la "fuerza" y la posibilidad de estar junto a las personas queridas.

Tras recibir el premio, María Rey matizó que la carta no relata un caso particular o una experiencia vivida en primera persona, sino que intenta expresar los sentimientos de un adolescente frente al cambio de etapa y los posibles brotes de acoso a los que ella propone hacer frente "con una sonrisa".

"Soy muy feliz y tengo muchos amigos, pero quería decirle a la vida y a los que pasan por eso que la felicidad es más fuerte", explica. En su carta, la alumna se despide con una posdata clara y contundente: "No se te ocurra quitarme la sonrisa, me la diste el primer día y la voy a tener hasta el último".

María, que de mayor quiere ser juez, escritora o periodista, descartó desde el primer momento escribir una carta de amor romántico a un novio idílico: "Eso es una tontería, quería escribir de lo que de verdad importa".

La suya no fue la única carta premiada ni la única que descarta la pareja sentimental como destinatario. En total, la tercera edición del certamen recibió 120 cartas de alumnos de 6º de Primaria y 1º de ESO de diez centros escolares de la ciudad. Ayer se entregaron los premios en un acto que tuvo lugar en el salón de plenos y que contó con la asistencia del alcalde, Jesús Vázquez, y de la edil de Educación, Belén Iglesias.

El segundo premio fue para Paula Andrés Diéguez, del CPR Luís Vives. Su carta es la de una madre enferma de cáncer que antes de morir escribe al padre de la niña para pedirle que se haga cargo de la pequeña.

El jurado, integrado por la coordinadora del programa, Sara Dacal, y dos profesores, concedió sendas menciones especiales a Borja Blanco Suárez, del IES Prácticas, y Julio César Abreu, del IES Blanco Amor. Una de ellas es la que un músico dedica al saxofón que lleva tiempo sin tocar y la otra reflexiona sobre la intensidad con la que se vive el amor pero lo pronto que puede llegar a olvidarse.