Todos los desarrollos urbanísticos, tanto públicos como privados, que estaban incluido en la ordenación provisional -anulada por los tribunales de justicia- se paralizan,. La única posibilidad de que se puedan retomar es con la aprobación del nuevo Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM), cuyo documento se encuentra a la espera de un acuerdo político, al necesitar el grupo popular -que gobierna en minoría- el apoyo necesario, bien de Democracia Ourensana o bien del Partido Socialista.

Así lo puso ayer de manifiesto el concejal de urbanismo, José Cudeiro, después de que por parte de la Junta de Gobierno Local se denegase la aprobación definitiva de los estatutos y bases de actuación del polígono único del antiguo sector de suelo urbanizable "Fonsillón-A Farixa", para poder llevar a cabo el conocido como proyecto Eroski, en donde se ubicaría una superficie comercial y viviendas.

Pero no es el único caso de iniciativa privada que se encuentra paralizado, ya que lo mismo acontece con el desarrollo urbanístico en la denominada finca Diputación, en la zona de Mariñamansa, en la que se contemplan actuaciones privadas, como la implantación de otra superficie comercial, en este caso promovida por el Corte Inglés, y viviendas, pero a la vez públicas, con infraestructuras deportivas y un gran parque.

De la treintena de ámbitos incluidos en la ordenación urbanística provisional que aprobó la Xunta para paliar los efectos de la anulación del Plan de Urbanismo de 2003 por el Tribunal Supremo, también se incluían los desarrollos urbanísticos en zonas termales, como es el caso de As Burgas y en A Chavasqueira, en concreto los terrenos en el Campo da Feira.

Alternativas

Y aunque el edil de Urbanismo reconoce que existen otras alternativas, como es acudir a una modificación puntual del actual plan, que es el de 1986, la descarta por considerar que "es una barbaridad", debido a que eso llevaría consigo un proceso que se prolongaría durante algo más de dos años y, sobre todo, por contar con un nuevo documento de planeamiento que de aprobarse se podrían llevar a cabo las actuaciones previstas en esos ámbitos.

Sostiene Cudeiro que la denegación de la aprobación definitiva de los estatutos y bases de actuación en el polígono de Fonsillón-Farixa, que es aplicable al resto, se fundamenta en los informes técnicos municipales, en los que se argumenta que, al anularse el PXOM de 2003 y las normas provisionales, el propio Plan parcial aprobado en su momento y que los titulares querían desarrollar "estaría anulado de facto", una vez el Supremo no admitió a tramite el recurso de casación contra la anulación de la ordenación provisional.

De ahí que también descarte otra de las posibilidades que existen, como es la de elaborar una nueva ordenación provisional, ya que al igual que sucede con la modificación puntual, el proceso se prolongaría en el tiempo.

La entrada en vigor del planeamiento de 1986 es para Cudeiro el mayor de los inconvenientes, ya que muchos de los desarrollos urbanísticos "no se contemplan". Y de nuevo insistir en que la "mejora y, por no decir la única, es aprobar el nuevo plan que ya está elaborada".

Sobre está cuestión reconoce que no se produjeron avances, y reprocha a los grupos de la oposición que "nadie quiere mover ficha", es por lo que todo el proceso se encuentra paralizado, más allá de la intención que tiene el gobierno popular de avanzar en las negociaciones para poder alcanzar un acuerdo que se plasme en la aprobación del documento.

La última noticia que dice tener, en el caso de Democracia Ourensana, es que están analizando el documento, y a la espera de poder concretar algunas de las cuestiones que provocaron el desencuentro al inicio de la negociación, relacionados, precisamente, con uno de los ámbitos urbanísticos privados, como es la finca Diputación y las dos torres que tiene proyectadas en la zona de A Chavasqueira la empresa Copasa.

En el caso de los socialista, Cudeiro dice no entender su postura de rechazo frontal, cuando e trata "del mismo documento que dejaron ellos cuando gobernaba", ya que el plan fue aprobado inicialmente a finales del pasado mandato. Y reprocha que se escuden en el proyecto de la estación intermodal del AVE y el proyecto de Norman Foster para negar el apoyo.